1. Siglo XIX (Los hombres)


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Gays Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    Estamos en pleno siglo XIX.
    
    Hay una familia rica con una casona a las afueras de Oviedo. El padre es el dueño de una mina de carbon, es Asturias al fin y al cabo. Tienen criadas, mayordomo, caballos y su propio carruaje. Son de la buena sociedad, socios del casino, amigos del gobernador, alcalde y obispo.
    
    El caballerizo de la familia es hombre fuerte y velludo, todo un ejemplar de macho. Cualquiera diría que tiene loquitas a todas las criadas de la comarca.
    
    En verano se exhibe con la camisa abierta y las mangas remangadas o bañándose desnudo en la poza del río. Todas las que lo ven lo desean. Pero desde una rama en lo alto de un árbol cercano otros ojos lo miran. Los de un chico guapo, rubio y dulce.
    
    En realidad él esta enamorado del joven hijo de la familia, Luis, un chico dulce de diez y nueve años y este le corresponde. Se miran con deseo. Pero en esa sociedad provinciana es difícil decidirse a proponerle algo así a otra persona y aún más entre personas de diferente clase social.
    
    Mira al chico, tan guapo, su piel tan blanca, su cuerpo delgado, su cabello rubio, el culo tan redondo y duro y sus ojos azules y lo desea desde que pasó su mayoría de edad También lo espía cuando se baña al fin y al cabo él es quien tiene que llenar de agua la bañera a base de cubos.
    
    Duerme en un cuartucho junto a la cuadra, en invierno son los animales los que le dan calor en el viejo jergón. En verano si no llueve, las menos noches, sobre la hierba de la pradera. Es un hombre ...
    ... sencillo, sin muchas necesidades, pero enamorado.
    
    Cuando tiene que llevar al señorito a clase o a visitar a alguno de sus amigos solo desea parar en medio del camino, desnudarlo dentro del coche y lamer todo su cuerpo. Lleva tanto tiempo deseándolo.
    
    Luis, que no sabe que es correspondido, no puede evitar echar una ojeada a los ajustados pantalones del cochero en el pescante cuando se sube al vehículo. Piensa en el culo duro y en la polla que esconde esa prenda.
    
    Pero no se terminan de realizar sus deseos. Por fin la ocasión surge en una de esas calurosas tardes de verano. El caballerizo está cortando madera con un hacha para la cocina. Sin camisa, con el poderoso torso al aire. El sudor corre por su pecho velludo.
    
    Luis pasa por su lado camino del riachuelo que corre detrás de la casa. Allí donde el caballerizo realiza sus abluciones en ese tiempo. Sólo viste un pantalón y una camisa blanca y fina que lleva abierta y suelta. Va descalzo pisando la suave hierba.
    
    El hombre mayor lo mira de reojo al pasar, con deseo. Casi está terminando su tarea y puede dejarlo para el día siguiente. Al fin y al cabo la madera no se va a terminar. Piensa que será buena idea quitarse el sudor, lavarse en el río. Así que emprende el camino detrás del muchacho.
    
    Este oye sus pesados pasos detrás de él y sonrie para sí mismo.
    
    Luis, tímido, empieza a desnudarse al llegar a la orilla. Pero lo hace despacio, sin prisa, luciendo su cuerpo delicado. Colgando sus ropas de la rama de un ...
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