Romina y sus 7 no enanos
Fecha: 17/08/2024,
Categorías:
Masturbación
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
Hola amables lectores de esta estupenda página.
Todos tenemos experiencias que permanente revuelan en el baúl de los recuerdos, fue tal vez de las más pervertidas y calculadas que he vivido y que viviré.
Iniciaré como los cuentos infantiles: “Esta historia sucedió hace muchos, muchos años en la hermosa ciudad de México”, regresábamos de visitar a mis suegros, Frances y yo, veníamos acompañados de nuestras pequeñas hijas, venían felices, les gustaba mucho que escucháramos música con el volumen muy alto y cantábamos todos.
Circulábamos por la avenida Nuevo León, en la Colonia Condesa, cuando nos detuvimos con un semáforo en rojo, y mientras esperábamos mi hija mayor nos dice, “Miren esas muchachas van a una fiesta” ambos volteamos al lugar que nos indicaba y a las “Muchachas” a las que se refería eran trabajadoras sexuales, Frances soltó una carcajada y yo acerté a asentirle a mi nena.
Después de acostar a las niñas le pregunte a Frances, que, si le había gustado alguna de las chicas que estaban “trabajando”, me respondió que no tuvo el interés de fijarse en ninguna, la inocencia de mi hija le había resultado de lo más jocoso.
Ya no hablamos al respecto, mientras conciliaba el sueño, pasaba por mi mente como una película la escena de esas hermosas mujeres que eran abordadas por hombres, que detenían su auto frente a la mujer que les había agradado. No podía dejarme de cuestionar que sentían esas mujeres al sentirse tan deseadas.
Pasaron varios días y me ...
... animé a decirle a Frances que tenía la loca idea de vivir la experiencia de pararme junto a esas chicas y tratar de sentir la sensación de que te propongan un pago a cambio de permitirles gozar de tus encantos, guardo un breve silencio, volteo a verme y solo me dice, Ok planéalo.
Primeramente, tenía que observar a distancia como se desenvolvían, si había alguna autoridad a la que darle un pago o una Madame, mi esposo fue mi cómplice, varias noches después de que mis hijas ya estaban dormidas, nos escapábamos de la casa, no sin antes asegurarnos de no dejar nada que pudiera ocasionar algún accidente en casa, vivíamos a unos minutos y ese paseo era como salir a comprar unos refrescos.
Fue pronto cuando ya tenía identificada a la chica que administraba esa calle, Frances se quedó a una razonable distancia mientras yo vestida con pants y tenis me dirigí a ella para platicarle mi ocurrencia. No tuvo inconveniente después de que le extendí unos cuantos billetes, acordamos que el siguiente viernes la buscaría para que me presentara con las chicas a fin de evitarme problemas con alguna de ellas.
Dos días después fue viernes, lleve a mis pequeñas con mi madre alrededor de las 6 de la tarde, ya tenía planeada mi vestimenta y maquillaje, me sentía muy nerviosa, ansiaba ya estar en ese lugar, las horas se hicieron eternas, no podíamos salir muy temprano, ya que no deseábamos que nos vieran los vecinos, teníamos que recorrer como unos 30 metros hasta las escaleras, de ninguna manera ...