Romina y sus 7 no enanos
Fecha: 17/08/2024,
Categorías:
Masturbación
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
... podíamos arriesgarnos a utilizar el elevador. Mi caminar fue rápido y de puntitas para que no se escucharan los ruidos que hacen los tacones, llegamos al auto, agache el rostro cuando pasamos donde se encontraba el velador, ambos reímos por el momento tan chusco, me dice mi esposo, que feo es esconderse.
Por fin llegamos, el me estaría vigilando del otro lado de la calle, nos separaba solo el camellón. Localicé a Sara, de principio no me reconoció, me presento con casi todas las chicas, ya que otras ya estaban haciendo acuerdos con los clientes.
Me latía el corazón enloquecidamente, respiré profundamente para tranquilizarme y repitiéndome es solo un juego, no debes de estar nerviosa, nada pasara, estás protegida, con la mirada busqué a Frances y me tranquilizo ver que estaba mirándome a unos metros. Se detuvo el primer auto con 3 chicos, les sonreí y les dije que buscaran a una chica más joven de acuerdo a su edad, les di las espalada y me alejé un poco, eran muy jóvenes y me sentí avergonzada.
Cuando vi que se marcharon regrese sobre mis pasos, dos chicos me preguntaron cuanto cobraba eran simpáticos, traían buen auto tenían una edad adecuada, seria mentira decirles cuanto les dije, como respuesta me pidieron abriera mi gabardina para ver por lo que iban a pagar, recuerdo perfectamente como de forma desinhibida les di la espalda y avance unos pasos, gire y muy despacio abrí la gabardina, no solo los enloquecí a ellos, varios hombres que se encontraban cerca y ...
... pudieron verme, alagaron mis encantos. Pidieron me acercara y explicaron que tenían que ir al cajero porque no cargaban con esa cantidad, pero que regresarían que no me fuera con nadie, los vi tan emocionados, les dije que no estaría mucho tiempo, que mejor me buscaran en una semana, el rostro de frustración que hizo el muchacho me dio tanta tristeza que le acaricie el rostro, y le dije, si en verdad te gusto, ven a verme en una semana.
Ignoraba a los hombres que no me agradaban, ya sea por su aspecto o su vulgaridad, uno de estos al decirle lo que le cobraba, me dijo, Ni que estuvieras tan buena, como respuesta me quite la gabardina, dejando ver mis torneadas piernas con medias de malla, un mini vestido de tirantes negro, entallado con un escote muy pronunciado que dejaban ver parte mis frondosos senos, mi cadera no era la de Talía, pero si muy sexi. Mis zapatillas de 15 centímetros de altura y mi cabellera rubia alborotada con mi rubor un poco exagerado de acuerdo al momento, no dejaba duda que valía lo que cobraba.
No volví a ponerme la gabardina, una de las chicas que tenía su auto cerca, se ofreció a guardarla para que no me estorbara.
Mi intranquilidad desapareció para darle paso a una necesidad de tener sexo, me excitaba sentir las miradas lascivas, las palabras que me decían, hacían que recorriera en mi cuerpo una sensación inenarrable. Decidí irme, ansiaba tener sexo, me despide de algunas chicas y por supuesto de Sara, que me felicito por el éxito que había ...