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A los 12 y algo, el papa de mi noviecito me viola ( o algo parecido)
Fecha: 24/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Corría el año 1960 y algo y yo llevama mas de año y medio culeando con un vecinito de mi misma edad. Ambos teníamos 12 añitos y estabamos comenzando a explorar nuestros delicados, lampiños y suaves cuerpitos a veces en solitario y usando para esos fines cualquier cosa que nos entrase por el culito mientras pensábamos febrilmente en el otro y, otras tantas en pareja desnuditos acostados la mayoría de las veces en mi cama disfrutando con toda tranquilidad de nuestros plieques y cavidades. Mi papa vivía para el trabajo, mi mama para sus obras sociales y mis hermanos: cada uno a lo suyo por lo que tanto el como yo mientras estuviésemos "seguros" en nuestras casa, podíamos hacer lo que quisiéramos mientras no causásemos demasiado desorden. Yo tenía mas experiencia sexual que el puesto que ya antes de Roberto, le había entregado voluntariamente el culito al Patricio; el hijo del jardinero a quien seduje con una revista porno sueca. Se acuerdan de esas delgaditas donde salían una gringas blancas, flacas y peludas acompañados de unos gringos igual de aburridos que ella pero era lo que se tenía a mano en ese entonces. Y antes de el, en el verano del año anterior me había pasado todo un período de campamento infantil con un compañero de carpa refregándonos desnudos, pajeándonos mutuamente, besándonos con toda la lengua y dándonos unas mamadas de verguitas a todo lo que dábamos. Con Javier nos falto sólo follar y no lo hicimos por temor a quedar embarazados. Eramos unos reales putitos ...
... hiper calientes pero muy ignorantes. Bueno a Roberto le encantaba que yo le contase mis infantiles experiencias en el sexo y fue con ese método que lo seduje. Se fascinaba cuando yo le contaba las cosas que hice con Javier en el verano y con Patricio en las partes oscuras del patio de mi casa y por tanto fue como normal que termináramos poniéndolas en practica y comenzáramos nosotros a su vez a disfrutar de nuestros infantiles pero ardientes cuerpitos. A Roberto le gustaba hacer mas de activo que de pasivo, por tanto todas las veces que estábamos juntos retozando desnudos o ligeritos de ropa en su casa o en la mia el a lo menos uno o dos polvos me los ponía de activo, cosa que a mi me encantaba ya que era mas proclive a hacer de pasivito y a disfrutar de una infantil verguita que calzaba justo en mi rosado anito y suave recto, o bien cuando teníamos poco tiempo o no estaríamos tranquilos en la cama, el gozaba metiéndome y yo recibiendo ya fuesen los dedos, palitroques, velas o bien cualquier elemento que pareciese una buena verga. Llevábamos mas de año y medio de esta oculta relación homosexual, cuando una tarde de tantas en que el estaría solo en su casa me llamó por encima de la pandereta que separaba nuestros patios, para que fuese a su casa a follar ya que el estaría solo . Ni sus padres ni hermana se encontrarían en casa por tanto podríamos disfrutar de nuestros cuerpos con total libertad. Salté la pandereta y me dirigí a su dormitorio donde comenzamos primero a fantasear ...