1. Mi tío, mi tía, mi primita y yo (9)


    Fecha: 22/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Con Mica agarramos nuestra ropa y nos fuimos, en calzones
    
    (todos manchados, el de ella todo mojado por abajo y el mío con manchas de semen)
    
    , riéndonos por el pasillo, incrédulos todavía de lo que había pasado con los tíos. Entramos a la pieza. “Que loco esto que pasó” dijo Mica, “que increíble”. Sí, dije yo, mientras la miraba de espaldas a mi, le miraba esa cola hermosa que había recibido tan gustosamente mi dedo. Como si me leyera la mente me dijo “gracias, estuvo rebueno eso que me hiciste”.
    
    No solo le había podido meter el dedo en la cola a gusto, sino que encima me agradecía.
    
    Yo sonreí, casi digo algo cursi de enamoradito, y ella por suerte me cortó diciendo “seguro te re oliste el dedo después, chancho, te conozco” y nos reímos. “Obvio, si tu cola es lo más rico que existe”.
    
    A mi ya se me estaba parando de nuevo, ella me miró de reojo y se dio cuenta. M
    
    i
    
    rá
    
    ndomea los ojos m
    
    e dijo “Sabés qué? Pensé que tu leche era para mi cola, no para la de ella, se quedó todo para ella la amarreta”. Me reí. Seria, un poco sonrojada, me miró y me dijo “no te querés hacer una paja? Bah, si podés. Y me das la leche a mi, esta vez”. Le dije que sí, que obvio. Se dio vuelta y se puso culito para arriba, se empezó a pajear, y me dijo“yo te aviso cuando”. Yo me quedé parado mirándola y pajeandome,
    
    sin poder creer la existencia de esta criatura hermosa y adorable
    
    . La bombachita se le metía deliciosamente en la cola,
    
    y alcanzaba a ver por debajo como ...
    ... se movían con rapidez sus dedos
    
    . C
    
    uando a
    
    los dos o tres minutos me dijo “ahora!”,
    
    yo con una mano le corrí un poco la bombacha y le acaricié el ano con el pulgar, mientras d
    
    ej
    
    aba
    
    todo lo que me quedaba de leche en su bombacha, unos segundos antes de que ella acabara.
    
    M
    
    e quedé embobado viendo su orgasmo, como se retorcía de placer, con mi leche brillando sobre su bombacha, sus glúteos, sus piernas.
    
    Se levantó, se miró como le había quedado la bombacha toda enlechada, me miró como con un poco de pudor y me dijo “Ah, re putita”. Yo sonreí. “Gracias” me dijo,
    
    otra vez
    
    como si fuera que le había hecho un favor, y no lo que más deseaba yo en el mundo. Después de eso nos fuimos a bañar.
    
    Durante el camino a la ducha la agarré de la cintura, casi como a una novia. Ella no dijo nada pero sentí que lo aceptaba. Yo iba a esperar en el antebaño mientras ella se bañaba, pero ella me dijo “ba
    
    ñ
    
    émonos los dos juntos, más rápido, si igual ya nos vimos todo, ja”. “Bueno” dije yo “pero antes tengo que hacer pis”. “Yo también” me dijo, “pero hacemos en la ducha”. “¿Cómo en la ducha?” dije yo estúpidamente, mientras ella me metía de la mano. “Así” dijo sonriendo, y se empezó a hacer pis parada. No sé por qué pero verla mear, verla así tan hermosa y tierna, con esa sonrisa, y con el pis corri
    
    é
    
    ndole por las piernas, hizo que se me parara un poco la pija de nuevo. “Dale, meá vos y después abrimos el agua” me dijo. “Te voy a mear los pies si ...
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