1. Mi tío, mi tía, mi primita y yo (9)


    Fecha: 22/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... meo para adelante” le dije. “Es pis nomás.Dale, meá”. Me costó un poco, entre la inhibición y el principio de erección que tenía, pero pude.
    
    Efectivamente, le meé los pies y más arriba también, hasta un poco las rodillas. Ella se rió. Mi pija se terminó de despertar, y quedó frente a ella parada sin ningún disimulo.
    
    “Ay, t
    
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    acabadas y quiere más, esa pija tuya es tremenda” dijo, y me acarició de abajo hacia arriba, pasando las manos por mis bolas y después por el pene. Ahí perdí el control, y me tiré contra ella, el agua todavía cerrada, ella con las piernas todas meadas por nuestro jueguito anterior, sentí su respiración pesada y húmeda en mi oído, le acerqué la pija a la concha, por primera vez sentí sus pelitos,la tibieza de su conchita contra mi pija, la suavidad de sus labios vaginales. Ella dejó que la apoyara un momento y me tiró para atrás. Se acercó a mi oído y me susurró “No quiero dejar de ser virgen todavía, y menos así apurados después de que acabaste tres veces, vamos de a poquito. Pero te la guardo a vos eh, quiero que sea con vos, cuando tenga que ser”. Definitivamente la amé en ese momento, me pareció lo más dulce y sexy que me habían dicho en la vida, aunque me estuviera diciendo que no la podía coger. “Pero igual no te preocupes que no te voy adejar así, no soy tan mala, vení, pasá para acá”.
    
    Quedé de espaldas a los azulejos, y ella me rodeó el cuello con los brazos, me empezó a besar en la boca, tocar el pecho y la panza, y a frotar la ...
    ... conchita contra mi pija. Era una exquisitez tremenda sentir esa hendidura preciosa frotándose contra mi parte más sensible. Después de unos minutos m
    
    e hizo ponerme más cerca de la ducha, frente a la pared, de espaldas a ella. Abrió el agua, que al principio salió fría pero pronto estuvo tibia. Se acomodó atrás mío, sentí como su conchita sea poyaba contra mi culo y se frotaba, mientras sus manos, la izquierda agarrándome los huevos, y la derecha agarrándome la pija, comenzaban a pajearme. Por su respiración noté que estaba tremendamente excitada. Le gustaba tener el control total de su primito. Duré bastante, unos cuantos minutos, gracias a que ya venía de t
    
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    acabadas. Notaba que ella también estaba acercándose a un orgasmo, así que aguanté. Fui muy feliz cuando me susurró al oído “Acabamos?” y le dije que sí.
    
    En ese momento me puso un dedo de la mano izquierda en la boca. Me di cuenta de que me iba a devolver lo que le había hecho yo a ella. Me daba un poco de impresión y no muchas ganas que me metieran un dedo en el orto la verdad, pero con la calentura que tenía, además siendo ella, mi hermosa Mica, y teniendo en cuenta que yo le había hecho lo mismo a ella hacía un rato, me pareció que no tenía otra que aceptar, y le chupé lentamente el dedo en aceptación.
    
    Ella me abrió una nalga y me metió la puntita del dedo, mientras frotaba la concha, bien húmeda, contra mi otra nalga, y me pajeaba a toda velocidad con la mano derecha. Sentir ese dedito de Mica entrar ...