1. Follada otra vez (5): Recuerdos


    Fecha: 25/08/2024, Categorías: Transexuales Autor: Paty Zamptano, Fuente: CuentoRelatos

    Hola amiguis, les cuento otra aventura. Hoy me levanté pensando en un chico que fue mi amante hace años, su nombre era Chano.
    
    No era muy guapo, pero sí fortachón y con un miembro exquisito. Grande, como 25 cm, grueso, como de 10 cm, en la base, todo lleno de venas, de color entre rosadito y morado, muy suave pero duro cuando se ponía erecto, con un aroma delicioso y sin circuncisión.
    
    Esto me encantaba pues cuando se lo mamaba, le bajaba la piel de la cabezota con mis labios. Recuerdo que me relamía con su delicioso sabor.
    
    Bueno, una vez estaba en mi apartamento, de noche, gozando con mis ropitas de mujer. Me paseaba por todas las habitaciones, en liguero, medias, tanga, brassier de media copa, todo de encaje blanco, me había metido un plug en el ano, peluca rubia, tacones altos tipo sandalia y destalonados, me maquillaba y bebía unos tragos.
    
    De repente tocaron el timbre, me tomó por sorpresa y no supe qué hacer. Escuché una voz masculina que me decía que abriera la puerta. Yo aún era de clóset, pero estaba tan caliente y deseosa de macho que decidí abrir. Era este chico, entró rápido y me miraba con sorpresa y lujuria. Me dijo que me veía hermosa y muy sexi, que no sabía que yo era trans, pero que no le extrañaba, pues mi comportamiento era “raro” a veces.
    
    Le pasé un trago y tomamos asiento en un sofá. Me sentía confundida, pero muy excitada, avergonzada y temerosa. Le pedí que lo mantuviera en secreto y que lo recompensaría en ese mismo momento.
    
    Asintió y ...
    ... me rodeó con sus brazotes, me besó en la boca y yo grité (mentalmente) de placer. Puse mis manos en el bulto en medio de sus piernas y se lo sobé, sentí como se empezó a poner duro y grande.
    
    Le dije que si quería que se lo mamara y sin responder se bajó pantalón y trusa. Saltó un enorme miembro e hice un gesto de súper zorra al verlo, lo tomé con ambas manos y acerqué mis labios, le besé la cabeza y me lo metí hasta donde me cupo. Le practiqué todas las técnicas para mamar pene, que conocía porque fue lo primero que le hice a un hombre, cuando yo era adolescente.
    
    El sabor de su fierro era riquísimo y se la mamé durante 20 minutos. Me la metía toda en la boca y se la oprimía con la lengua contra el paladar, me la sacaba hasta la punta y se la absorbía, se la besaba y se la pajeaba, luego le chupaba todo el tronco hasta las pelotas.
    
    Me la metía de nuevo, toda esa vergota en modo de garganta profunda, con movimientos de saca y mete, me dejaba toda su largura adentro unos segundos hasta que me ahogaba, la sacaba rápido y se la besaba, chupando sus líquidos precum. ¡Ay, adoraba chupar y besar un pito así de sabroso!
    
    Ya estaba como una loca, anticipando que me perforaría el ano con esa hermosa herramienta viril.
    
    Así, que en seguida le pregunté si ya me la quería meter y que me le pondría en cuatro, cosa que hice mientras él se ponía condón.
    
    Me quité la tanga y el plug de mi botoncito de amor ya dilatado, me acomodé en el sofá en dog style, abriendo bien mis nalgas ...
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