Follada otra vez (5): Recuerdos
Fecha: 25/08/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Paty Zamptano, Fuente: CuentoRelatos
... y poniéndome un poco de dilatador, pues su pene parecía amenazar con romperme el culo.
Él se colocó detrás mío colocando su enorme y duro miembro viril en la entrada de mi orificio, estaba feliz ante la expectativa de ser penetrada por un hombre en un instante más, aunque ya estaba bien experimentada en ser follada, me sentía como si fuera la primera vez.
Me empezó a introducir su enorme y deliciosa polla poco a poco, podía sentir cada uno de sus duros centímetros abriendo mis pliegues anales.
Luego de un par de minutos, ya le tenía toda dentro de mi cola de mujer trans. No había duda, adoraba ser cogida por un hombre, el único requisito era que tuviera una hermosa, dura, gruesa y grande verga.
Ya con su pitote adentro de mí, se empezó a mover sacándomela hasta la punta y luego empujándola toda, hasta que podía sentir rozando mis nalguitas su vello púbico, era un enorme placer sentir sus movimientos, los repetía varias veces en un ritmo enloquecedor.
Después de varios minutos y cuando sintió que mi ano bien dilatado, aumentó su ritmo y yo empujaba mi culo hacia atrás, al encuentro de su verga, mientras pujaba con los músculos del recto, ...
... lo cual, hacía que su pene se me resbalara con mayor facilidad. Ya conocen este truco las chicas trans putitas, este movimiento realmente nos abre bien el ano y las vergas de nuestros machos nos entran toda hasta el fondo.
Siguió cogiéndome que era una locura, yo estaba delirando de placer y ya no pensaba nada, sólo gemía con cada empujón de tripas, sólo podía pensar en ese miembro entrando y saliendo de mi vagina anal de mujer trans, pero muy putita. De repente, aumentó hasta el paroxismo sus movimientos provocando que yo gritara de placer como una loca y explotó dentro de mi entresijo.
Sentí varios chorros de su semen tibio y pegajoso invadiendo todo el interior de útero trans, sus espermatozoides buscaban cómo preñarme y entraban en mi torrente sanguíneo, provocándome una mayor feminización y un mayor sentimiento de ser toda una puta. Terminó de cogerme y me la sacó escurriendo de erotismo y lujuria.
Ambos nos quedamos tirados en el sofá y luego, se fue plantando antes un beso en mi botoncito de amor, lo cual, fue tierno y muy erótico.
Ojalá les guste este relato y se hagan muchas pajas a la salud de alguna chica trans. ¡Hasta la próxima!