1. Yo soy Pamela


    Fecha: 26/08/2024, Categorías: Transexuales Autor: AnaLiliaTvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    ... sí, sí quiero ser tu novia!
    
    Y sellamos nuestro compromiso con un beso.
    
    - ¿Estás feliz?
    
    - No tienes idea... te amo, estoy tan enamorada de ti... pensé que nunca me lo pedirías.
    
    Fernando me miró.
    
    - Oye, Pamela, quiero preguntarte algo... ¿alguna vez le has chupado la verga a tu novio en un centro comercial?
    
    - No... nunca - respondí, tragando saliva.
    
    - Pues lo vas a hacer ahora - y entonces mi novio se bajó el pantalón.
    
    Yo caí de rodillas y tomé su pene entre mis manos, era negro y muy grande. Retraje el prepucio y entonces encontré el glande, que tenía una gran cantidad acumulada de esmegma y emanaba un fuerte olor rancio. Froté su pene por todo mi rostro, lamí sus testículos, limpié su glande con mi lengua y al final lo metí todo lo que pude en mi boca. Llegaba hasta mi garganta. Fernando gemía. Después, sujetó mi cabeza y comenzó a cogerse mi boca.
    
    - ¿Se la has chupado a muchos hombres, Pamela?
    
    Yo, con mi boca llena de verga, levanté la mirada e intenté negar con mi cabeza.
    
    - Lo haces muy bien...
    
    Yo cerré mis ojos y me rendí ante su fuerza.
    
    - Tenemos espectadores, nena - escuché que me dijo.
    
    A un costado y entre unos grandes tubos de ventilación, un indigente con los pantalones abajo se masturbaba viendo como le chupaba el pito a mi novio.
    
    - Me gusta que me vean - le respondí y volví a meterme su miembro a la boca.
    
    Poco después, mi novio me anunció que iba a terminar.
    
    - ¡Cómetelo completo, Pamela! - me ordenó.
    
    Colocó sus ...
    ... manos sobre mi nuca y empujo con una fuerza insospechada hasta que su verga penetró por completo mi garganta. Sentí las pulsaciones y después el abundante fluido de espermas directamente en mi esófago. Me vine. De entre mi falda comenzó a escurrir el semen que manaba de mi pene y que hacía un pequeño charco en el suelo. Cuando lo sacó de mi boca, sentí que me extraían una sonda de varios metros de longitud.
    
    Yo estaba aturdida, pero advertí que mi novio se apresuraba a subirse el pantalón. Después de ajustar su cinturón, me tomo de un brazo, me ayudó a levantarme y me dijo que teníamos que darnos prisa. De la escalera por la que habíamos llegado a la azotea comenzaba a danzar una luz: un guardia venía en camino. Nos escabullimos hacia la parte trasera de la escalera y esperamos a que el guardia avanzara al lugar en el que yo recién le había hecho sexo oral a mi novio. En cuanto se alejó de la puerta, Fernando y yo volvimos a bajar por las escaleras angostas, y recorrimos todo el camino de regreso hasta la calle en la que nos esperaba la moto. Nos abrazamos, nos besamos, reímos.
    
    - ¿Fue emocionante? - me preguntó mi novio.
    
    - ¡Fue increíble! - respondí casi en un grito.
    
    - Vámonos, nena.
    
    Nos subimos a la moto y emprendimos el camino a mi casa de la misma manera en que habíamos llegado, a más de cien kilómetros por hora. Al llegar a donde nos habíamos encontrado yo ya sentía mucho frio.
    
    - Pues si, nena, vienes casi encuerada.
    
    - Quería verme bonita para ti, ¿hice ...
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