El accidente
Fecha: 06/09/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... alivio al mear, sobretodo el no hacerlo en la botella, pero tambien senti como mi pene lo agarraba mi madre, que no era yo haciendome una paja. Me excito de tal manera que comenzo a crecer, pasando de simple pene a polla. Yo queria controlarlo pero no podia.
- Ya esta – dije apresurándome.
Mi madre con la misma tranquilidad, como si no hubiese pasado nada cogio un trozo de papel higienico y me limpio las gotas restantes. Cuando sali del lavabo mi madre se lavo las manos y salio, no dijo nada, se sento. De pronto me vino una duda.
- Mama, si en vez de hacer pis tengo que hacer lo otro.
Mi madre sonrio.
- Pues te sientas y lo haces.
- Pero despues para limpiarme.
- Pues tendre que limpiarte como cuando eras un bebe con toallitas humedas.
Me quede con la boca abierta, cuando llamaron a la puerta, eran dos camareras.
- Permiso, venimos a limpiar la habitacion y cambiar las sabanas.
Salimos al pasillo mientras ellas hacian su trabajo. Una de las camareras tenia que tener unos 40 años, era la veterana, la otra debia tener unos 25 años. La mas joven llevaba el uniforme desbrochado por arriba enseñando un buen escote. Senti que mi polla volvia a crecer. No era el momento ni el lugar, con la ropa que llevaba se notaria en seguida, pense en otras cosas.
No tardaron mucho.
- Ya esta lista la habitacion – dijo la mayor.
La joven me miro y sonrio. Entonces me mire y a la altura de mi paquete se marcaba una hinchazon, aunque habia intentado no ...
... excitarme estaba claro que mi polla tenia vida propia. Corri a dentro de la habitación y me sente en la cama intentando que se me bajase la excitación. Mi madre entro poco después, se sentó y siguió leyendo su libro. Y aunque no la viese sabía que me observaba.
Ya se acercaba la hora de la comida, sentia los carritos, entonces llego mi tía Carmen.
- Como estas chaval – dijo.
- Bien, con hambre eso es bueno.
Suerte que estaba semi tumbado en la cama y la sabana me tapaba, pero volvia excitarme al ver a mi tía, vestia con una minifalda con dibujo de leopardo, una camiseta super estrecha que hacia que sobresalieran sus pechos.
- Dentro de poco treran la comida.
- Bien – dijo mi tía – y tú – dijo dirigiéndose a mi madre – no vas a comer.
- Ahora despues cuando le de la comida al niño.
- Ni que fuera un bebe – dijo mi tía.
La mirada de mi madre fue fulminante, no era un bebe pero no podia comer por mi mismo.
- Era broma, me quedo yo y se la doy.
- Despues de comer ire a comer algo.
- Vale entonces me quedare, ahora voy a comer, estoy habrienta.
Mi tía salió de la habitación y mi madre la siguió, aunque intentaron hablar flojo las escuche.
- Te has dado cuenta que pinta llevas – dijo mi madre.
- Que quieres vengo de casa de un amigo.
- Un amigo, has pasado la noche con el.
- Nada de sermones, para eso ya tengo a mama. Luego te relevo.
Mi madre volvio a entrar y me sonrio.
Tía Carmen siempre habia sido muy especial, mientras que mi ...