1. La virginidad de mi novia e inicios con su mamá


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    Amigos, los que leyeron mi relato anterior titulado "Poniéndole los cuernos al novio de mi tía Rosario", al final les preguntaba si conocían al amor de su vida, yo les puedo decir que sí. Mi esposa se llama Yesica, y desde la primera vez que la vi me enamoré de ella, nos conocemos desde hace muchos años y desde siempre ha sido el amor de mi vida. Para conquistarla me costó mucho trabajo que valió la pena, por todo lo que me hizo pasar. Pasaron casi dos años para que aceptara ser mi novia, varias veces me dijo que no, pero luego otra vez me ilusionaba y cuando me le declaraba, otra vez que no. Varias veces me dejó plantado cuando la invitaba a salir, yo de coraje me decía que no volvería a rogarle, pero al verla al otro día cualquier coraje se me olvidaba. Le escribí cartas con poemas, le regalaba flores y muñecos de peluche y tantas cosas y detalles que tuve con ella. Así le sufrí por dos años hasta el día que me dijo que si.
    
    Cuando me dio el sí, yo estaba feliz. Pero ella me dijo que me había dicho que si, porque había pasado sus primeras pruebas, y que ahora como novios vendrían más pruebas y ver si yo haría cualquier cosa por ella, como enamorado obvio dije que si. Empezamos con detalles y besos tiernos, tomarnos de la mano, salir a pasear, comer un helado, y cosas que hacemos los enamorados. Todo iba bien, hasta que ella me empezó a decir que iba a ir por ella a la escuela uno de sus amigos, y se iba con él. En otra ocasión, otro de sus amigos igual, y se iba con él. ...
    ... Así varias veces a la semana. Y nuestros amigos de la escuela riéndose de mi, porque yo me quedaba ahí, sin decirle nada. Obvio sentía mucho coraje, pero la amaba y la amo tanto, que dejaba mis celos de lado. Y así por varios meses, hasta que salimos de la prepa, casi otro año más aguantando sus pruebas.
    
    Entramos a la universidad juntos, y ahí ella cambió empezó a ser más tierna, más considerada, más detallista, se estaba enamorando de mi. Fue entonces que nuestra relación se hizo más íntima, nos besábamos con pasión, acariciábamos nuestros cuerpos. Cuando íbamos al cine no veíamos la película, nos la pasábamos cachondeando, yo sacaba sus tetas de la blusa y se las masajeaba y chupaba, y ella acariciaba mi verga. En un parque en dónde nos quedábamos hasta tarde a cachondear, ella se ponía muy caliente, se sacaba las tetas y me las ponía en la boca para chuparlas, yo metía mi mano en su pantalón para acariciar su panocha húmeda a más no poder. Estábamos muy calientes y nos gustaba estar en ese parque, porque lo que nosotros hacíamos, lo hacían otras parejas que ahí iban a coger o a cachondear como nosotros. Muchas veces me llevaba yo su brasier a mi casa, me masturbaba con él y al otro día se lo regresaba, lavado y seco, porque mi esperma quedaba en él.
    
    Hasta que llegó el día en que lo hicimos por primera vez. Llegamos a la universidad temprano y ella me dijo que nos fuéramos a nadar, yo a nada le decía que no, así que nos fuimos a un balneario cercano, ella ya llevaba su ...
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