Unas vacaciones con mis tías (P. 15): Mi hermana me sonsaca
Fecha: 08/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
A petición de algunos lectores, continuó con la historia buscando un final. Gracias por leerlo y valorarlo.
Conduje de vuelta a casa con entusiasmo, la comida había salido mejor de lo que esperaba, de hecho mi madre me había hecho perder el poco control que tenía sobre mi estado de salidismo. La verdad es que estaba feliz de ver a mi madre tan resplandeciente y llena de vida, y con ganas de probarlo todo, como ella misma había dicho.
Al llegar a la casa ya habían vuelto mis tías y mi hermana.
- Que tal lo habéis pasado? Pregunté.
- Genial! Hemos visto un montón de tiendas y hemos comprado cantidad de cosas! Contestó mi hermana muy ilusionada.
- Que le pasa a tu madre? Preguntó Candi al ver que solo había saludado con la mano con una sonrisa difícil de definir.
- Nada! Contesté con rapidez algo nervioso.
Realmente estaba como ida, con una sonrisa de niña feliz que no entendían ninguna de las tres.
Lo que quedaba de tarde fue tranquila, cada uno nos dedicamos a nuestras cosas y poco más. Yo procuré despistarme para evitar las preguntas de mis tías que seguían mosqueadas. Ya se estaba el sol poniendo cuando me metí a la piscina. Mis tías se habían ido a preparar la cena y mi madre y mi hermana permanecían tumbadas sobre el césped. Mi hermana, al cabo de un par de minutos, también se metió en la piscina acercándose hasta donde yo estaba.
- Que tal la comida? Me pregunto al llegar a mi lado.
- Pues bien! El sitio era muy bonito y hemos disfrutado de ...
... las vistas! Contesté con poca elocuencia.
- No sé, noto a mamá cómo si se hubiera fumado algo! La miró y parece que está en una nube!
- Ya sabes que no fuma, ni yo tampoco!
- No seas gilipollas! Sabes que la insinuación no es literal!
Mi hermana se acercó más pasando los brazos por mi cuello a la vez que pegaba su pelvis contra la parte baja de mi abdomen. Su cara estaba a escasos centímetros de la mía y pude ver cómo se dibujaba una sonrisa maléfica en sus labios.
- Anda, hermanito, no me vas a contar lo que ha pasado? Me dijo casi vomitando las palabras sobre mi boca.
Había notado lo que me gustaban sus besos, y se aprovechó de ello besándome como solo ella lo sabe hacer. Su lengua recorrió mi boca convirtiendo toda la humedad en lujuria, y pude sentir su coño restregándose contra mi polla que no tardó en crecer bajo el agua tibia.
- Para, que nos va a ver mamá! Le dije intentando despegarme de ella, pero se había enrollado como una serpiente a mi cuerpo y fue inútil el intento.
- Lleva toda la tarde en un mundo paralelo y no se entera de lo que pasa alrededor de su propia realidad! Contestó ella.
Yo me sentía atrapado, no solo de cuerpo, también de mente. Dudaba si contarle algo o simplemente no decirle absolutamente nada. Ya sabía lo cabrona que podía ser mi hermana, lo había visto cuando me pilló con mi tía Sole y como la había puteado.
- A lo mejor no está interesada en lo que ocurre a su alrededor!
- Anda hermanito, no me engañes. Se que ...