Unas vacaciones con mis tías (P. 15): Mi hermana me sonsaca
Fecha: 08/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... ha pasado algo en la comida. Hacía tiempo que no la veía tan feliz!
Me dijo rebozando sus pequeñas tetas por mi pecho.
- Te prometo una buena mamada! Me dijo sin darme opción a contestar, y volvió a besarme con esa lascivia que desprendía su boca.
- Creo que en eso te supera tía Sole! Le contesté con sonrisa cínica.
- Bueno, no voy a negarlo, vi con el ansia que te la chupaba anoche, y eso es difícil de superar, jajaja! Pero y mi culo? No te gustaría rompértelo cómo hiciste anoche? Sentí cómo te empleaste a fondo con él! Me contestó rebozándose contra mi polla que ya se había estirado como la vara de un fresno.
Intenté alargar su juego para evitar que me siguiera preguntando.
- Tampoco puedo negar yo eso. Tienes un culo estupendo! Vamos, que me encantó reventártelo!
- Pues venga, cuéntame qué ha pasado en la comida y te lo dejo esta noche!
Su insistencia, llegando al acoso, era difícil de esquivar. Ya me había puesto la polla como una piedra restregando su coño contra ella y mi mente comenzaba a nublarse pensando en volverla a romper el culo. Ella seguía restregando sus tetas por mi pecho y no paraba de besarme la cara y el cuello. La verdad es que con lo salido que estaba eso era difícil de soportar sin hacer nada. Antes de que pudiera contestar, ella volvió a la carga.
- Vamos hermanito, sé que te la has follado, pero quiero saber cómo!
Su afirmación me dejó atónito, en esta familia todo el mundo parecía leer mis pensamientos.
- Vale, vale! ...
... Para ya, que me has puesto la polla como el martillo de un herrero, y no voy a poder salir de la piscina!
- Pues cuéntamelo, joder! Me increpó con cara de depredadora.
- De acuerdo! Pero aquí no! Esta noche te lo cuento tomando una copa en la terraza, y espero que no seas tan cabrona como lo fuiste con tía Sole!
- Ummm, creo que me estoy poniendo más cachonda con solo pensarlo. Y tranquilo, a mamá nunca la putearía!
Finalmente logré que se despegara. Su cara de vicio, lascivo y perverso, casi me asustaba. La inflamación bajó algo, pero no del todo. Salí y me senté con rapidez en la mesa para que no se notara, pero aquello era imposible. Mis tías se habían sentado enfrente, con sus vestidos veraniegos tremendamente escotados, y con sus grandes pezones apuntándome bajo la tela; así era imposible que mi miembro se relajara. Mi hermana se había sentado a mi lado y mi madre presidía la mesa todavía con sonrisa de fumada. Apenas habían pasado unos minutos cuando tía Candi volvió a provocarme un sobresalto.
- Habéis comido bien? Seguro que Estaban, el camarero, os ha atendido fenomenal!
Yo no paraba de alucinar, “ también sospecha algo tía Candi? “. Por un momento pensé que el que no se enteraba de nada era yo.
- El alto y moreno que está de muy buen ver? De repente preguntó mi madre.
- Ese!
- Pues sí, ha sido muy majo!
Contestó de nuevo mi madre casi relamiéndose los labios.
Casi me atraganto con la comida que tenía en la boca al oírla y ver cómo su ...