Sorpresa con la madre de mi novia (1): Llegada
Fecha: 09/09/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... le iban a estallar los botones. Pude ver que tenía un culo redondo y apretado seguido de unos muslos impresionantes. Las tetas me impresionaron aún más al ver lo grandes que eran, siempre las había disimulado con ropa ancha. Su piel era algo más morena que la de Lucía, pero tenía la misma cara, con ojos verdes y labios gruesos pintados de un rojo intenso. El pelo castaño adornaba su cara perfectamente.
Las dos se habían vestido igual y casi parecían hermanas. Carmen tenía cuarenta y cuatro años, y nunca antes me había fijado en ella, seguramente por la ropa que se ponía.
Cuando me acerque, Lucía me dio un tierno beso en los labios y su madre dos en las mejillas que me llegaron a parecer más largos y sensuales que los que me solía dar.
—Me alegro que vengáis a pasar las vacaciones conmigo, hijo!
Me dijo con una amplia sonrisa como nunca se la había visto antes. Lo de llamarme hijo se había vuelto habitual desde hace varios meses.
Nos dijo que podíamos montarnos los dos atrás si queríamos ir hablando y así lo hicimos. La guarra de mi novia fue manoseándome la polla todo el camino y llegué con una inflamación tremenda. Llevaba unos pantalones cortos y veía que se iba acabar saliendo el capullo por uno de los cañones.
Cuando llegamos me quedé alucinado, era una casa en medio de un bosque, aunque muy cercana a un pequeño pueblo. Tenía una gran cantidad de terreno vallado por una pared alta de piedra, pero vamos, creo que te podías perder sin salir de la valla. ...
... Y lo mejor, una piscina en la parte trasera. Se notaba que la señora manejaba dinero.
Solo tenía dos habitaciones, algo que me consterno un poco, pues dormiríamos pared con pared. También solo había un baño común en el pasillo que tendríamos que compartir con su madre, pero bueno, en general me pareció un sitio ideal para pasar unos días follando sin ruidos.
Nos metimos en una de las habitaciones a deshacer las maletas y Carmen hizo lo mismo en la otra.
—Diosss, que zorra eres! Traigo la polla que me va a reventar!
—No te gusta que te la ponga dura?
—Si, pero no en el coche, y con tu madre conduciendo. Seguro que se ha dado cuenta como estaba cuando hemos salido!
—Bueno, pues que se vaya acostumbrando. Creo que te va a ver a menudo con el pantalón abultado! Jajaja!
Rió con ganas mientras me abrazaba para besarme.
La agarré del durito culo y la apreté contra mi polla que estaba como un tronco de madera.
—Creo que te voy a bajar el hinchazón para que no salgas así a la piscina!
Me dijo quitándose la camiseta y el sujetador. Me desabrochó el pantalón con su torso desnudo y me empujó contra la cama. Cuando tiro de la tela hacia abajo, mi polla apareció tiesa y erguida apuntando al techo.
—Ummm, que buen aspecto tiene! Dijo mientras subía y bajaba la tersa piel que envolvía el tronco lleno de hinchadas venas.
Se arrodilló entre mis piernas y comenzó a lamerme el capullo como si fuera un helado. Su boca era deliciosa, y me encantaban las mamadas ...