1. Almuerzo con mi suegra


    Fecha: 09/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuando vi que la señora Matilde acariciaba su vagina cada vez que yo tocaba su ano, confirme que acariciaba su clítoris, entonces le pregunte -señora Matilde puedo aplicarle la saliva directamente porque cuando se lo pongo con mi dedo, este se seca rápidamente-, ella respondió -claro Josesito lo que sea para aliviarme-.
    
    Entonces me acerque a su orificio anal, tenia mi boca y mi nariz a escasos centímetros, sentía calor emanando de este escondido agujero con ese olorcito que embriaga entonces saque mi lengua y puede saborear por fin su ano, era salado, tibio, suave con escasos pelitos alrededor, percibí como se estremeció cuando me sintió lamiendo su ano. Yo empecé a lamer con avidez, ella gozaba y se dedeaba como loca, cada vez que acercaba mi lengua ella empujaba para que mi lengua sienta su profundidad.
    
    Ella gemía y se abría mas y más, entonces empecé a buscar con mi lengua su vagina, la encontré cubierta con muchos pelitos, ella empujaba haciéndome sentir su humedad, su olor y su sabor, recordaba aquella vez en el pueblo cuando en silencio y sin palabra alguna la penetré y ambos llegamos a un orgasmo muy intenso pero silencioso, ocultándonos luego mutuamente este delicioso hecho.
    
    Entonces ella dijo -te gusta la concha de tu suegra-, eso me puso a mil, le dije que sí, que me gusta; esto la animo y agrego -entonces sigue comiendo, quiero que me sientas bien, come Josesito, come Josesito-, repetía una y otra vez.
    
    Yo estaba muy excitado viendo como esta mujer se ...
    ... abría y me daba sus orificios, ella siguió diciendo cosas que despertaban intensamente mi morbo y lujuria, palabras que nunca decía pero que en ese momento parecían muy comunes a su vocabulario sexual.
    
    -Josesito comete la chucha de su suegra, así, así, ahora dame huevo, quiero probar tu pinga-, esta mujer era una perra en celo, me estaba haciendo gozar como loco, liberé a mi pene hinchado y con ganas de sexo se la clave con fuerza y empecé a bombearla, ella gemía y pujaba pegándose más a mi, quería sentir toda mi verga dentro de ella.
    
    -Dame leche, rómpeme quiero ser tu perra- cada palabra que decía prendía mas mi deseo y morbo por ella, -te gusta mi pinga señora Matilde-, ella dijo que si y se reía eróticamente, le gustaba que la trate así, -que rico se mueve señora Matilde, le gusta la pinga no señora? – le pregunte, ella se estremeció y empezó a moverse frenéticamente, note que esa forma de hablar la calentaba más.
    
    -Señora Matilde de ahora en adelante siempre te daré verga para que estes al día conmigo-, -Clávame- decía, -con fuerza- repetía, mientras gemía y gritaba. De pronto hubo una explosión de sus flujos, esta vez fue mucho más húmedo que aquella vez en la casa del pueblo, note como drenaban grandes cantidades de secreción desde su raja, remojando mi verga, mis huevos y toda la cama.
    
    Mientras se venía ella se dedeaba a la vez, obteniendo más explosiones repetidas después de la primera, trate de sacar mi pinga pero ella no me lo permitió, se pego mas y me ...