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Relax sexual
Fecha: 10/09/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me proporcionaron un teléfono al que llamé y me contestó una mujer confirmándome que disponía de una habitación libre la única de la casa. Una vez encontrada la casa la señora que me atendió alrededor de unos sesenta y algunos años muy agradable en todos los sentidos y muy amable me confirmó que la playa no estaba demasiado lejos y que había que ir andando siendo una pequeña cala en la que se practicaba él la turismo pero que por ser día laborable posiblemente no habría gente. Confirmó el tema de comidas y la buena señora me dijo que no habría ningún problema que podía comer con ella así que todo me pareció más que perfecto. Una vez en la habitación saqué todas las cosas de la maleta incluida mi lencería femenina que había llevado para dormir ya que es mi vicio. Y poniéndome un pantalón corto y una camiseta y cogido una toalla me dispuse a caminar hasta la calita, veinte minutos de caminata y comprobé que estaba completamente vacía así que me deshice de toda la ropa tumbandome sobre la toalla. Sé que me quedé dormido durante un rato y cuando desperté había un hombre vestido como a unos cincuenta metros observando el mar sin prestarle más atención me pegó un chapuzón para volverme a tumbarme esta vez boca abajo mirando hacia el mar. Cuando me cansé de estar así me dio otro chapuzón y me dirigí hacia la casita para picar algo serían más o menos las cinco de la tarde. Subí a la habitación con la idea de darme una ducha y relajarme el resto de la tarde ...
... cuando ya estaba duchándome oí la voz de la señora que me decía algo que no llegaba a entender, cuando cerré el grifo de la ducha es cuando escuché que se la había olvidado ponerme una toalla limpia y que si pasaba a dármela, yo que no tengo ninguna vergüenza le dije que estaba como vine al mundo añadiendo una carcajada, la buena señora desde el otro lado de la puerta me contestó que no tenía nada que no habría visto antes y añadiendo que se había estado en la playa completamente desnudo estaba claro que no me iba a incomodar. Cuando la mujer entró con la toalla en la mano yo estaba frente a la puerta y sin taparme la mujer se fijó en mi cuerpo entregándome la toalla y saliendo del baño. Una vez seco me di cuenta de que tenía unas braguitas sobre la mesilla que me disponía a poner y que la buena señora las tuvo que ver, así que me quedé con esa duda y baje hacia la cocina a picar algo . La señora enseguida muy amable me sacó un poco queso y algo de chorizo y se sentó en una silla a un lateral de la mesa enseñándome algo de muslo ya que el vestido que llevaba no era precisamente muy largo. Me preguntó sobre la playa y se había estado a gusto, contestándole yo que me encantaba estar desnudo tomando el sol. La buena señora me añadió que ella también lo hacía, pero que siempre buscando las horas menos frecuentadas, ya que aunque le gustaba hacer nudismo no le gustaba tanto que la viesen, yo le dije que si querías mirar que mirasen que a mí no me importaba que no me ...