1. Un trabajo en la costa


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos

    ... saca el bañador a Marcos y se termina de quitar el suyo. Apoyando su espalda contra el bordillo agarra la dura polla de Marcos y lo guía hasta su mojado y excitado coño.
    
    ─ Empuja ahora Marcos ─ el obedece introduciéndose en el interior de ella, quien cierra los ojos disfrutando de la penetración.
    
    Marcos comenzó a moverse con algo de incomodidad, pero intentado hacerlo lo mejor posible. El agua de la piscina se agitaba al compás de sus movimientos.
    
    ─ Marcos…si… sigue así… uf que polla tienes cariño.
    
    Marcos no atinaba a decir nada solo jadeaba, mientras las palabras de Carmen lo alentaban a follarla más fuerte.
    
    Carmen después de tanto tiempo contenida no tardó mucho correrse en aquella joven polla entre jadeos y gemidos.
    
    ─ Me corro Marcos… así cariño… sigue… saca tu leche.
    
    Pero a Marcos le costaba, entre los nervios y la difícil postura no conseguía correrse. Viendo que no culminaba, lo saco de sus adentros delicadamente y lo llevó a los escalones de la piscina,
    
    ─ Siéntate cariño ─ agarró y acarició su polla para luego hacerla desaparecer en su boca.
    
    Marcos estaba en el paraíso, había tenido su primera relación sexual y ahora le estaban comiendo la polla con maestría. Ella se esmeraba, sus manos acariciaban sus huevos y recorrían su polla acompañando a su boca.
    
    ─ Carmen…voy a terminar…uf…uf ─ consiguió decir a duras penas y ella con expertos movimientos de manos lo exprimió hasta sacar el dulce néctar que se derramó sobre sus tetas y su ...
    ... barbilla.
    
    ─ Que rico Marcos…─ y tras darle una ultima chupada, con el sabor del semen en su boca Carmen se sumergió en el agua.
    
    Saco su cabeza del agua y le dirigió una mirada llena de lujuria, el con su polla aun medio erecta se zambulló y emergió junto a ella. Se rodearon con sus brazos y sus bocas no pararon de besarse en silencio. El tiempo se detuvo mientras se entregaban el uno al otro, dejando atrás las preocupaciones y las barreras que habían construido para protegerse. El calor del sol y el agua de la piscina se mezclaban con el fuego de su pasión, creando un momento mágico y único que nunca olvidarían.
    
    La noche descendió sobre ellos y el ambiente se cargó de una energía intensa. Mientras encendían nuevamente la barbacoa, cada cruce de miradas, caricias o besos, volvía a encenderlos. Habían pasado varias horas desde que habían follado y la excitación en ellos volvía a crecer. Cenaron apresuradamente, como si el deseo acumulado durante esas horas necesitara ser liberado una vez más.
    
    Con el chalet sumido en la penumbra, excepto por las luces que danzaban en la superficie de la piscina, Carmen se sumergió en el agua, disfrutando de la sensación del frescor nocturno en su piel. Pero no pasó mucho tiempo antes de que sintiera a Marcos sumergirse junto a ella. Emergió justo detrás de ella, rodeándola con sus brazos mientras sus labios buscaban su cuello con ansias. Carmen se dejó llevar por las sensaciones, permitiéndole explorar su piel con sus besos ardientes.
    
    Marcos ...