1. Baile de pueblo


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: maria grinder, Fuente: CuentoRelatos

    ... Decíamos:
    
    A la que sacan a bailar, ya ha ligado. Jajaja
    
    F: Eres muy guapa… me dice con los labios pegados a mi oído.
    
    Estaba asombrada, confusa, a gusto. Me gusto, ese rollito discotequero. Veremos como acaba
    
    K-Tú tampoco estas mal.
    
    Yo pensaba, ya he ligado- jajaja
    
    Me separa, más el pelo y me da un besito, en el cuello.
    
    Yo, seguía con las manos en la nuca, acariciándolo con los deditos. Nos arrimábamos, bailando. El siguió con sus besitos por el cuello, se pasó a la oreja y mordisqueaba el lóbulo.
    
    Con esa respiración, en mi oído y esas caricias que me hacía, tan suavitas, estaba, “Entregada”. Me gustaba, un montón.
    
    Estaba, como cuando tenía quince años, nerviosa y con ganas de “rollete”
    
    Nos quedamos mirando, se acerca lentamente, con una leve sonrisa. Me dio un beso en los labios, mientras acariciaba el costado. Sentí un hormigueo. Le sujetaba la cabeza. Para que no se separara. A esto, que encienden un poco la luz y cambian la música. Me dice:
    
    F: Nos sentamos?
    
    K: Sí, si claro.
    
    Nos fuimos a sentar y me dice:
    
    F: Que bebes? Ese culin, ya está aguado. Te pido algo.
    
    K: Vodka con limón
    
    Trajo unas copas, se sentó a mi lado y me dice:
    
    F: Como me gustas, Katy. Me has tocado el cuello y casi me deshago. Que dedos más, sexuales tienes.
    
    F: Me he quedado, con ganas, de alguna, cancioncita lenta más…
    
    K: Tú tampoco eres “manco”. jajaja
    
    Me coge la barbilla, cariñosamente, se acerca y me da un beso. Con la lengua me tocaba el labio ...
    ... superior. Ohhh, me encendía por momentos. El señor tan educado y tan correcto. Tan excitante
    
    Le pongo las manos en el cuello y en la nuca otra vez. Acariciándole, mientras nos besábamos.
    
    A los minutos, nos íbamos “acalorando”, los dos. Me dice:
    
    F: Vamos a otro sitio.
    
    K: Claro, aquí, vaya “cante” que damos. Vamos.
    
    F: Espera un momento.
    
    K: Qué pasa?
    
    F: Una inflamación, entre las piernas.
    
    Miro y estaba, “Empalmado”. –jajaja
    
    Le digo, ponte detrás de mí, me coges por los hombros y salimos. Nadie se va a enterar. Eso hicimos.
    
    Íbamos saliendo, lo llevaba atrás y me arrimaba el “Empalme”. Me rozaba con ese rabo todo empalmado. Cuando me di cuenta, como me gustaba, ese rollito. Paraba, un poco y que chocase el empalme con mi culo. Me gustaba notarlo ahí pegado.
    
    Me gustaba el señor” em-palma-do” jajaja. Salimos y le digo:
    
    K: Dónde vamos? Tú que conoces esto.
    
    F: Algún restaurante y poco más. Hay abierto ahora. Te gustan las flores? Si quieres, vamos a ver mi invernadero?
    
    K: Vale. No conozco nada aquí. Me quedo en tus manos. Jajaja
    
    F: Vamos andando o en coche? Está a dos o tres km.
    
    K: Vamos andando y veo el pueblo. Está cerca.
    
    Nos pusimos en camino. Me iba contando su vida. Era, viudo cinco años. Tenía 51 años, un hijo casado, que estaba en el extranjero y tal y tal.
    
    F: Aquí tengo el invernadero y mi choza.
    
    K: Vives aquí.
    
    F: No, solo me quedo de vez en cuando. Vivo en el pueblo.
    
    Se veía una casita de madera y un invernadero al ...
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