Entre la arena y el agua, las mejores amigas
Fecha: 20/09/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
¿Pero que haces? Exclamó horrorizada cuando me vio quitarme el sujetador del bikini.
-top less.
Le contesté tranquilamente dejando mis firmes y bronceados pechos al aire. Ya ves que no soy la única. Cerca de nosotros había un grupo de chicas y chicos y todas ellas también mostraban sus tetas sin demasiado problema.
Mi amiga en cambio tapaba su maravilloso cuerpo con un bañador negro que su abuela hubiera considerado pudoroso. Pero tan ajustado que en vez de esconderlo como su dueña pretendía lo revelaba marcando cada una de sus espectaculares curvas.
Siempre la había admirado. Su cuerpo me gustaba aunque no creía que ella supiera, posiblemente ni siquiera admitiera mi bisexualidad. Podría intentar ligármela, me gustaba de verdad aunque eramos amigas y no quería asustarla.
Bonito cuerpo voluptuoso, pechos llenos, bonitas piernas desnudas, muslos bellamente torneados, el vientre con una sensual curvita. Preciosa carita, larga melena rubia que le caía por la espalda hasta casi las rotundas nalgas que me apetecía mucho tener en mis manos, amasarlas, acariciarlas, morderlas en cuanto ella me dejara. Sobre su toalla podía admirarla sin asustarla y yo lucirme sin complejos.
La minúscula braguita que yo llevaba se internaba entre mis glúteos descubriéndolos casi como si fuera un tanga. Tendida boca abajo ella veía mi culo casi desnudo y el lateral de mi teta que rozaba la arena con el pezón endurecido por la excitación del momento. Procuré mostrame ante ella lo ...
... mas que pude aunque la escandalizara. Mi cuerpo casi desnudo al lado del suyo, aún cubierto por la lycra adherida a su piel como con cola, muy sugerente, hermoso.
Seguíamos charlando, ella no entendía como yo podía exhibirme así. Pero no apartaba la vista de mi cuerpo, de mi piel. Ni se fijaba en los bellos ejemplares masculinos ni femeninos que desfilaban ante nosotras por la orilla.
Mis leves movimientos lascivos, de gata, de excitación hacían lo posible por provocarla. Casi me humedecía solo de pensar en estar a su lado. La tarde pasaba perezosa. Le pedí:
-¡Bájate los tirantes! Por lo menos. Has venido a tomar el sol y apenas tienes nada al aire.
Lentamente casi en un movimiento sensual pasó los tirantes por los hombros y sacó los brazos. Pero no dejó al aire sus pechos, sostuvo la lycra con un brazo justo en el escote. No quería enseñar más de la cuenta. Aunque yo lo estaba deseando, sus pezones sí se marcaban en la fina tela del bañador sin refuerzos y tenia ganas de morderlos y lamerlos. Sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo, abrazándome y acariciándome.
Le pedí:
- Ponme crema en la espalda. No me alcanzo a ponerla por ahí.
Me tumbé boca abajo y me relajé dejando que sus manos se deslizaran por al amplio trozo de piel expuesta lubricadas por la crema. Fue tierna conmigo casi acariciadora aunque un leve temblor en sus manos delataba su nerviosismo.
Tuve que pedirle:
- Sigue un poco mas allá. Ponme en las piernas y el culo No seas tímida, mas ...