Torsión
Fecha: 22/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Jascer, Fuente: CuentoRelatos
Gabriel llamó a David para pedirle que fuera a su casa.
David enloqueció de alegría cuando le dijo que tenía el juego nuevo cuyo lanzamiento habían esperado durante un año.
Hacía un calor terrible. El aire parecía fundirse alrededor de los chicos mientras jugaban.
Gabriel, sofocado, hizo una pausa y se sentó en el sofá.
Vio como David transpiraba.
Vestía una camiseta, un pantalón corto y zapatillas sin medias.
Su tersa piel estaba empapada y brillaba sugerente por el sudor.
Incómodo David se sacó las zapatillas. Tenía los pies delgados, los dedos rectos.
Gabriel lo miraba desde atrás. La forma en que movía los dedos era grata.
David era alto, delgado, blanco, atlético. Tenía un lindo rostro.
Con la camiseta empapada su torso hermoso se sugería espléndido a la vista. Gabriel lo imaginó sacándose la camisa en cámara lenta mientras un chorro de baba se le escurría por el labio.
Se lo imaginó desnudo delante suyo, atado y con los ojos vendados, encima de una mesa, con él disfrutando de su exquisito cuerpo de mil formas imaginables.
David parecía derretirse a gotas. Requería hidratación con urgencia.
Aceptó agradecido el ofrecimiento de su amigo que regresó de la cocina con un vaso de té helado agradable a la vista y refrescante al paladar.
David lucía inocente dormido, como un angelical bebé. Era demasiado guapo.
Gabriel le deslizó la camiseta por el torso y le estiró los brazos para sacársela.
Se estremeció cuando sus dedos le ...
... rozaron los carnosos pectorales para luego deslizarse con suavidad por el vientre.
En la línea del pantalón se marcaba la frontera de vello oscuro que antecedía a la zona prohibida.
Con suavidad Gabriel le deslizó la ropa.
Los testículos eran grandes y la polla larga y gorda tenía el enorme glande expuesto.
A Gabriel le fascinaba una buena polla circuncidada. La de su amigo era hermosa.
Tras levantarla, mientras respiraba con agitación y sudaba copiosamente por algo más que calor, la recorrió por debajo desde la base hasta la punta. Sentir la uretra hinchada como una vena tensa bajo el dedo fue precioso.
Se apresuró a sacarle la ropa y admiró el hermoso cuerpo desnudo que tenía ante sus extasiados ojos.
Tenía la piel suave, los músculos ligeros, pero insinuados, cúmulos de vello fino en los lugares correctos y el sudor remanente le hacía brillar la piel en forma hermosa.
Los pezones, dilatados por el calor eran enormes, de aspecto liso y con la tetilla erecta como una púa.
Sin contenerse ante los rosados y blandos órganos los apretó ente los dedos.
Eran suaves y delicados. Y en la boca mientras los succionaba su textura era mejor.
Ni que decir del glande entre los labios. Aun flácida aquella polla era enorme. Bendito su amigo que podía disfrutarla visualmente o en forma táctil cuando se bañaba o se la estimulaba entre los dedos pata otorgarle placer. Que precioso debía ser verla escupir un chorro de espesa crema viril, blanca y cremosa. Como sería ...