1. Babysitter


    Fecha: 24/09/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... intención de que ambos viéramos la belleza de su cuerpo desnudo. Reuniéndose con él en el pasillo donde volvieron a abrazarse.
    
    Ante mis ojos entrecerrados él le agarró el duro culito como si temiera perderlo y empezaron a darse saliva cantidad. Podía ver perfectamente como sus lenguas se cruzaban y lamían. Esta vez fueron ellos los que habían dejado mi puerta abierta del todo adrede.
    
    Los pies descalzos de ambos estaban pisando mi lefa. Marta empezó a bajarle el slip sacándolo de sus duras nalgas sin dejar que se moviera del pasillo. Parece que por fin Alex se dio cuenta de sus intenciones y colaboró con ella dejándose desnudar.
    
    Mientras se esforzaba por bajar el gayumbo por los muslos tenía que irse agachando hasta quedar de rodillas a sus pies. Con la polla aún flácida frente a su preciosa carita. La acariciaba con la mano y le daba besos suaves en el glande. Giró el rostro hacia mí y con una pícara sonrisa me dijo:
    
    - ¿Vas a seguir mirando? o ¿te vas a unir?
    
    Alex también se giró hacia mí sonriendo y haciéndome un gesto con la mano. La manta cayó a mis pies descalzos. En ese momento yo era el más vestido de los tres. Me levanté como hipnotizado para seguir sus dos culos desnudos hasta la cama.
    
    Por el pasillo me fui sacando la camiseta que tiré al suelo al entrar en su dormitorio. Me esperaban junto a la enorme cama y se pusieron uno a cada lado. Sin decir nada, como si se hubieran puesto de acuerdo empezaron a besarme el cuello. A acariciarme el pecho, ...
    ... pellizcando cada uno de mis pezones.
    
    Mis bermudas cayeron al suelo por el peso de lo que llevaba en los bolsillos en cuanto uno de los dos soltó el botón. Como no tenía nada debajo mi polla saltó dura de nuevo. Libre, apuntando al frente. Una mano se apoderó de ella de inmediato mientras otra agarraba mi nalga.
    
    Giré la cabeza para besar a Alex que enseguida me dio su lengua. Quería hacerle saber que él me atraía tanto como su mujer. Pero la mano que tenía a ese lado fue directa a por la vulva, y la del otro lado a coger la polla que ya estaba otra vez bien dura.
    
    Exploraba con suavidad sus cuerpos, los primeros de los que podía disfrutar. Ella me empujó con suavidad a la cama. Estaba claro que ellos también querían disfrutar de mí. Quedé boca arriba y a su merced.
    
    Lentamente comenzaron a recorrer toda mi piel con sus labios, sus lenguas y sus dedos. Del cuello a los pies sin dejarse nada, los hombros, los brazos deteniéndose en la cara interna del codo. Lamiendo las axilas, todo el pecho y el vientre.
    
    Bajando por las piernas hasta que cada uno se puso lamer uno de mis pies los dedos incluidos. Chupándolos de uno en uno. Y yo no tenía que hacer nada más que sentir. Sentir el placer en cada una de mis terminaciones nerviosas, incluso cuando intentaba acariciarlos me decían:
    
    - Tranquilo tememos toda la noche para que tú nos explores y disfrutes.
    
    Y seguían torturando cada uno de mis nervios con la caricia de sus dedos y la humedad de sus lenguas. En un momento dado ...