1. Babysitter


    Fecha: 24/09/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... polla porque no me dolió apenas. Pronto apoyó el glande en mi ano y empezó a abrirse camino en mi interior.
    
    Yo al principio soplaba y bufaba. Lo hacía en los labios de la vulva de Marta aguantado la penetración. Luego cuando empezó a moverse adelante y atrás yo empecé a chuparle el coño lamiendo sus jugos y mi propio semen que rezumaba.
    
    Estaba siendo un estreno espectacular, nunca habría soñado con algo así, pero como lo estaba disfrutando. Sabía que Alex se correría dentro de mí y quería que lo hiciera, quería su semen en mi interior.
    
    Eran como un solo ser, perfectamente coordinados para darme placer y recibirlo de mí. Creía que podía notar como me llenaba de lefa, las votaciones de su rabo, no lo sé, puede que fuera solo la ilusión de que lo hiciera. Cuando sacó la polla de mi ano la mía había vuelto a endurecerse.
    
    No podía ni creerlo pero ahí estaba dura, apuntando al techo. Con amplias sonrisas decidieron que no querían desperdiciar algo así. Los dos se pusieron junto a mi cadera, a ambos lados.
    
    Se pusieron a chuparme, ...
    ... mientras una se dedicaba a lamer mis huevos el otro se metía mí glande en la boca y al rato se cambiaban los lugares. Habían dejado los culos orientados hacia mi cabeza y desde luego que aproveché para seguir acariciándolos. Mis pulgares entraron en sus anos mientras el resto de los dedos acariciaba la polla o el coño.
    
    Ya no pararon hasta que me corrí, sus lenguas recogieron mí semen y lo cambiaban entre sus labios en un beso lascivo.
    
    - ¡Eh! que yo también quiero.
    
    Se giraron hacia mí para que el beso con toda mi lefa fuera entre los tres esta vez. Saqué la lengua lamiendo sus caras, sus lenguas sus labios. Y cuando quedamos satisfechos se limitaron a tumbarse cada uno a un lado. Apoyaron las cabezas en mis hombros con los suyos encajados en el hueco de mis axilas.
    
    Quedándonos dormidos hasta que el niño nos despertó unas horas después y Alex tuvo que levantarse a atenderlo.
    
    Repetimos aquello varias veces incluso con algún invitado más, amigos suyos o míos dispuestos a disfrutar. Solo era pasarlo bien desde luego y como nos gustaba. 
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