1. El caballero medieval y la campesina


    Fecha: 07/10/2024, Categorías: Hetero Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus ojos en la muchacha.
    
    Esta no dijo nada a pesar de la mirada de advertencia de su padre.
    
    - Sois bien parecida. - dijo el caballero.
    
    Clara se ruborizó.
    
    - Si así lo deseáis - intervino el anfitrión - podéis pasar a su cuarto.
    
    Fernando agradeció cortésmente el gesto.
    
    - ¿Venís?
    
    Clara tardó un instante en reaccionar pero finalmente se levantó y tratando de ocultar su nerviosismo inició el camino hacia su cuarto.
    
    El caballero cerró la puerta en cuanto ambos entraron.
    
    - Estáis nerviosa. - comentó describiendo lo que era obvio.
    
    La muchacha bajó la mirada ruborizándose.
    
    - Me caéis bien. Habladme sin miedo.
    
    Sin saber muy bien la razón, Clara se sinceró y contó a su señor los temores del día anterior y como su padre la había azotado en las nalgas por su comportamiento.
    
    Fernando visualizó la escena en su mente provocando que el pene se hiciese grande bajo su ropa. Podía forzar a la muchacha si quisiera, de hecho, si esta se negaba, podría hacer que la azotasen en público o podía ordenar que hiciesen lo propio con sus padres o incluso algo peor. Las vidas de aquellos campesinos le pertenecían.
    
    Pero Fernando era ante todo un caballero de verdad y prefería tener sexo consentido que meter su miembro por la fuerza en una vagina reseca por la falta de deseo.
    
    - ¿Y qué pensáis ahora?
    
    Clara dudó. No esperaba que le pidiesen opinión. Sopesó por un momento la posibilidad de negarse, pero si hacía eso, aunque aquel hombre parecía justo, quien ...
    ... sabe, quizás les guardase rencor. Y luego estaba su padre, dispuesto a calentarla el culo de nuevo.
    
    - ¿Podríamos hacerlo despacio? - dijo al fin.
    
    Fernando sonrió tranquilizándola. No había prisa.
    
    El caballero la besó en el cuello. Los pelos de la barba rozaron su mejilla, picaban, pero era una sensación que al mezclarse con la electricidad de los labios recorriendo su piel se tornaba placentera. Fernando aspiró el perfume del cuerpo de la joven y la besó en los labios. Clara respondió abriendo la boca y permitiendo que sus lenguas se entrelazasen, el sabor del vino mezclado con el toque amargo de la saliva tenía algo de adictivo.
    
    Pronto los pechos desnudos de ambos amantes entraron en contacto, las manos de ella acariciando su espalda, las manos de él, primero, meciendo el cabello rubio, después sobando las tetas y pellizcando con cuidado los erectos pezones.
    
    Clara miró con deseo la abultada entrepierna de su señor.
    
    - Quiero verlo. - rogó.
    
    El varón liberó el imponente mástil y la campesina comenzó a lamer el capullo. Después de unos minutos Clara se dio la vuelta y se tumbó boca abajo sobre la cama. Se levantó la falda y dejó a la vista su trasero, todavía enrojecido por la zurra del día anterior.
    
    Fernando se acercó e introdujo su palpitante pene.
    
    Empujó contrayendo sus peludas nalgas.
    
    Clara gimió y mordió su labio inferior agarrando con sus manos el extremo de la cama.
    
    El caballero envistió de nuevo, azotó la nalga de la joven con su mano y tras ...