Con mi cuñada en la capital
Fecha: 26/10/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Pirata, Fuente: CuentoRelatos
... taxi a lado de ella, manteniendo la distancia debida, sin embargo, ella se me acercó diciendo que le frío la tenía mal y que me acerque para ayudarla a hacer calor… yo quería es quitarle toda la ropa para hacerle hacer calor juntos… jejeje, atiné a prestarle mi hombro para que ponga la cabeza, pero ella bajo hasta ponerla en mi pierna, sobé un poco su pelo y le deje cerca del oído que el perfume que traía olía rico y, que como elle iba vestida y oliendo, se nota que cerraría un negocio muy bueno.
La dejé en unas oficinas en el centro y luego llegué a mi destino ya un poco tardes. Me reuní con los clientes y sus proveedores y todo salió muy bien, por suerte no tuve que intervenir mucho en dicha negoción, pues de lo contrario, hubiera hablado única y exclusivamente de la entrepierna de mi cuñada, pues no lograba sacármela de la cabeza
Incluso no comí muy bien por no dejar de pensar en mi cuñada, en tenerla desnuda para mí, en soñar en ver desaparecer mi pene dentro de su sexi boca… volando se encontraba mi imaginación cuando de repente, siento un beso por mi oreja y una voz sexi que me decía, a que bien se atiende cuñado… era ella, justo en el mismo restaurante, había estado comiendo con sus clientes. Me dijo, me pudo sentar o estas con tus clientes, yo le dije que ya había terminado de trabajar, que la otra reunión era mañana y la invité a tomar asiento.
Pedí un par de copas de vino para ayudar en algo a entrar un poco en calor, por el frío típico de la capital. ...
... Nos debimos haber tomado unas 20 copas de vino entre ambos, conversando de muchas cosas, de nuestros problemas, de nuestras metas, de nuestros sueños e incluso de nuestras fantasías y, ya un poco mareados y muy alegres, nos dirigimos al hotel a descansar. Paré nuevamente un taxi y procedo al mismo ritual de caballero, pero esta vez, el obsequio fue mejor aún, ella se prestó a subir dejándome ver su entrepierna y no llevaba calzón, pues no pude ver el color blanco que había visto horas antes al salir del paradero del hotel, ella con sus piernas súper que abiertas y con una de ellas aún por fuera del taxi, rogándome me dijo que se la ayude a subir… es la vez que estuve más cerca de ella, de tocar su cuerpo, sentía por sobre la pantimedia su pierna bien torneada y como sin querer queriendo subí mi manó mucho más allá de lo necesario, pero no recibí ningún comentario negativo, solo me sonrió y me dio las gracias incluyendo un beso en mi frente.
Durante el camino al hotel, iba arrimada a mí, cantando canciones de amor y desamor, y yo la abrazaba, tratando de pegar su cuerpo un poco más al mío, en uno de esos movimientos ella pone su codo por sobre mi pene y no se mueve de allí… yo, como entenderán ya iba a mil, con la verga hecha una furia, anhelando que sea mi cuñada la que la atendida y le exprima toda la lecha posible, buscando que todos sueños se hagan realidad. Es claro que ella debió sentirla, pues iba bien parada y tiesa, quería escapar de mis pantalones, pero ella no se ...