1. Bendita juventud del hijo de mi jefa


    Fecha: 09/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos

    ... tomate un mate. - dijo me cebó un mate amargo como nos gustaba a las dos.
    
    Tomé un mate y me fui a poner cómoda. Hacía mucho calor, así que me puse un vestido de algodón floreado que ya estaba viejo, y unas sandalias en los pies. Aproveché que Zulema todavía no había empezado a trabajar, para limpiar y ordenar su estudio. Puse música como cada día, y comencé. Luego seguí por su habitación, y los baños. Ya más tarde, entré al cuarto de Abel a ordenar lo poco que podría haber desordenado luego de una noche allí. No quería invadir su privacidad, así que procuré no tocar mucho sus cosas. Hice la cama y fui a buscar la escoba para barrer un poco. Mientras barría tarareaba distraídamente la canción que estaba sonando. De repente escuché pasos y un silbido de alguien que también reconocía la canción. Segundos más tarde, entró arrebatadamente un chico a la habitación. Al verme se quedó sorprendido. Supe inmediatamente que era Abel.
    
    - Uy, hola! No sabía que había alguien. Soy Abel, vos debés ser Romina.
    
    - Sí, hola. Un gusto conocerte, tu mamá habla mucho de vos…
    
    - Me imagino, no le creas todo lo que dice - dijo bromeando
    
    Era un chico alto, de contextura media y pelo negro como su mamá, que llevaba corto. Al hablar tenía cierta tonada adquirida de España, era como un argentino españolizado. Era un joven muy atractivo, además de seductor. Instantáneamente sentí vergüenza al pensar eso, ya que tenía la edad de mis hijos. No les conté esa parte de mi vida: Estoy casada ...
    ... desde los 20 años con Gastón, y tengo dos hijos mellizos de 21 años.
    
    - Saco un poco de ropa para ir a bañarme y te dejo tranquila - me dijo mientras abría el placard.
    
    - Sí, no te preocupes, yo ya termino acá.
    
    Agarró una remera, un short deportivo y un bóxer gris, y se fue al baño. Escuché cómo abría la ducha. Por un segundo lo imaginé desnudo bajo el agua, e inmediatamente sacudí la cabeza indignada con que esa idea siquiera se me cruzara por la cabeza.
    
    Salí de allí rápidamente y me fui a hacer el almuerzo. A los pocos minutos salió Abel del baño, vestido con las prendas que había tomado del placard, y secándose el pelo mojado con la toalla. Se acercó a la cocina donde yo estaba rehogando cebolla, y comenzó a darme charla.
    
    - Uh, qué rico olor.
    
    No supe qué responderle, así que sólo lo miré y le sonreí.
    
    - Siempre que hablaba con mamá me hablaba de vos, sabés? Se nota que te quiere mucho.
    
    - Ah sí? Es un placer trabajar para ella, yo también la quiero mucho.
    
    - Igual la verdad, no sos como te imaginaba.
    
    Cómo me imaginabas? - le pregunté riéndome
    
    - No sé, sos mucho más joven de lo que creía.
    
    - Bueno, tengo hijos de tu edad, así que tan joven no soy…
    
    - En serio?! No puede ser.
    
    - Los tuve a los 22 años. Son mellizos.
    
    - Bueno, igual. Me imaginaba una señora, como una abuelita tierna. Y vos estás muy lejos de parecer una abuela.
    
    Lo miré y me sentí nerviosa con su mirada clavada en mí.
    
    - Bueno, me alegra no parecer una abuela todavía. No ...
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