1. Matrimonio convencional (IV)


    Fecha: 09/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Ginjm, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciaba la espalda y bajaba las manos hasta pasarlas por sus redondas nalgas, apretándolas, acercándosela más. Ahora era Don Cosme el que me miraba por encima del hombro de Bea mientras le decía algo en voz baja.
    
    Bea paró de abrazarlo se separó unos centímetros de su amante y manteniendo sus manos en el pecho habló sin girarse.
    
    -Maridito mío, ayúdame a bajar la cremallera del vestido
    
    El vestido tenía la cremallera en la espalda, fui hasta donde estaban los dos y me puse tras ella, su aroma a hembra en celo me inundó las fosas nasales. Poco a poco, muy despacio, bajé la cremallera del vestido.
    
    -Cariño, no llevas sujetador. Le dije.
    
    -Mmm afeaba el conjunto. Respondió girando la cabeza y dedicándome su habitual sonrisa traviesa.
    
    El vestido aún se sujetaba en los hombros, bajó los brazos y cayó, dejando sus espléndidos pechos a la vista de Don Cosme, firmes y tallados, con los pezones duros y areolas roradas y amplias que no tardó en palpar. Bea buscaba en la cara de su amante una reacción de satisfacción, la obtuvo en forma de sonrisa lasciva. Desde mi posición su culo respingón formaba dos redondeces magníficas de donde aparecía el hilo del tanga. Inmediatamente comenzó a amasar los senos sin dejar de mirarla, provocando los primeros gemidos de la noche, sacó los pies a cada lado del vestido en el suelo, interpreté que era una señal para que lo retirara. Con la mano izquierda buscó y encontró mi polla, la encontró durísima. En ése mismo instante, la ...
    ... mano derecha de Don Cosme se posó en su coño. No pudo evitar cerrar los ojos y lanzar un gemido.
    
    -Ahhh. Cariño, te noto un poco tenso jajaja. Puedes volver a tu sitio. Me dijo entre gemidos.
    
    Allí quedó Bea, vestida sólo con un tanga y los zapatos de tacón. Don Cosme la acompañó de la mano hasta sentarla en el borde del sofá, se puso frente a ella y muy parsimoniosamente se fue desabotonando la camisa, dejando libre un torso muy bien definido, sin exceso de músculo o grasa. Una vez se despojó de la camisa, esperó con los brazos en jarras. Mi mujer lo entendió como una invitación que, no sólo no rechazó, sino que aceptó con agrado desnudarlo de cintura para abajo sin apartarle la mirada.
    
    El pantalón cayó, inmediatamente apuntó la vista al bulto de sus boxer y, sin pestañear, descubrió la tremenda polla de Don Cosme. Parecía ansiosa por hacerlo. Cuando esa polla de 20 cm, 6 de grosor, descapullada, durísima, con las venas marcadas le apuntó a la cara puso los ojos como platos y abrió la boca impresionada. Intercaló miradas a la cara De Don Cosme y a su polla realmente asombrada.
    
    -Es… tan… grande. Consiguió articular hipnotizada por esa escultural polla
    
    -Tócala, no te morderá.
    
    Buscó aceptación en mi mirada, sabía que después de que la cogiera con sus manos no podría dejar de hacerlo. Sus manos se movieron algo temerosas hasta que al fin la agarró sin llegar a cubrir toda la circunferencia. Estaba deslumbrada, hechizada. Comenzó a mover de adelante hacia atrás el ...
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