1. Genaro, el Oso Tatuado.


    Fecha: 09/10/2024, Categorías: Gays Autor: tonyga, Fuente: RelatosEróticos

    Me encontraba sola en mi casa y muy caliente por lo que decidí llamar a alguno de mis amigos activos, pero no encontré a ninguno, por lo que pensé buscar a alguien por internet en alguna página de contactos gay.
    
    Estuve mirando un buen rato hasta que me llamo la atención un anuncio con fotos de un macho velludo que decía lo siguiente:
    
    “Macho velludo de 55 años, tipo oso, con tripa y tatuajes, muy activo y cerdo en la cama busco pasivo, maduro, con pluma que sepa dar placer a su macho, que tenga una boca bien mamona, un culo tragón y algunos kilos de más, no me gustan delgados, si tiene lencería mejor”
    
    Había varias fotos de cuerpo, donde se veía que era muy velludo, tenía una polla dura y venosa, dos buenos huevos colgando y bastantes tatuajes, además de tener tripa cervecera, luego también había un teléfono de contacto, que yo anoté enseguida y me dispuse a llamarlo, pues me había gustado.
    
    Marque su número y me dispuse a hablar con él cuando lo cogiera pensando en poner voz amariconada, cuando al final lo cogió, esta fue nuestra conversación:
    
    Y llego el día siguiente y me prepare para mi nuevo macho, dándome una ducha y limpiando mi ojete, poniéndome un tanga rojo, una camisetilla de encaje y por fuera un pantalón y una camisa, para que no se viesen por la calle. Agarré los condones, el lubricante y el Popper y me fui al bar donde habíamos quedado y él macho me había enviado su ubicación.
    
    Llegue al bar, entre y allí en una mesa había un macho parecido a ...
    ... las fotos de cuerpo, pero vestido. Lo primero que me llamo la atención es que era calvo, con barba y llevaba una camiseta sin mangas con dos tatuajes en los brazos, me acerque, me miro, le sonreí y empezamos a hablar diciéndome:
    
    El oso pago la cuenta y nos fuimos hacia su casa, que vivía a 150 metros del bar donde habíamos quedado, subimos, entramos y me dijo:
    
    Pase al salón y me quite los pantalones quedándome en tanga y en la camiseta de encaje con mis collares y pulseras, esperando a mi macho.
    
    Gero llego, me dijo que estaba muy guapa, abrió la botella, me sirvió un copazo, se quitó su ropa quedándose con un gayumbo de color negro y puso la película porno gay y nos sentamos juntos en el sofá con nuestras copas de vino.
    
    Gero me puso la mano en mi pierna y me dijo:
    
    Yo muy obediente le empecé a besar los gayumbos hasta quitárselos y ver aparecer su rabo morcillón, mientras yo le lamía con mi lengüita desde el tronco al capullo con fuerte olor a polla, que me vuelve loca y me excita, pues me siento bien puta.
    
    El rabo de Genaro crecía y crecía con cada lamida mía, él me agarraba la cabeza y me metía toda su polla dentro de mi boca, dejándome casi sin respiración, mientras yo le comía sus huevos y le metía mi lengua en su oloroso y velludo ano de macho. Genaro gemía como un macho y yo hacía lo mismo, pero como su puta.
    
    Genaro, me decía:
    
    Me levanté, empecé a ir hacia el pasillo, moviendo mi culo como una hembra y notando que le gustaba a Gero, ya que me daba ...
«12»