1. Genaro, el Oso Tatuado.


    Fecha: 09/10/2024, Categorías: Gays Autor: tonyga, Fuente: RelatosEróticos

    ... palmadas en mi culo mientras andaba con mi tanga puesto y metido por mi raja.
    
    Llegamos al dormitorio y mi oso se tumbó en la cama mientras yo comencé otra vez a comerle el rabo, los huevos y su peludo culo de macho, metiéndole bien dentro la lengua para dejárselo reluciente como quería.
    
    Al cabo de unos 10 minutos, chupándole el rabo, los huevos y el culo, mientras él me daba pollazos en mi cara, me dice:
    
    Me doy la vuelta, Gero me quita el tanga quedándome solo con mi suspensorio que me sujeta mis huevos y mi pequeña polla y noto un fuerte escupitajo en el ojete, una lengua que lo mordisquea, sin tanta delicadeza como hacía yo con su culo y unos dedos que entran y salen para dilatarlo, mientras oigo que me dice:
    
    Gero me pone en cuatro, noto un escupitajo en el ojete, su polla en el agujero y primero muy suavemente noto como va entrando, poco a poco, hasta que empieza con un ritmo frenético que me vuelve loca, mientras le digo:
    
    Gero sigue follándome un rato más hasta que me dice que quiere correrse y mientras se pajea que le chupe los huevos y le lama su capullo, lo cual yo realizo muy obediente, pues me está follando como un auténtico macho.
    
    Yo le empiezo a comer los huevos, mientras Gero se pajea, le mamo el capullo, hasta que me dice:
    
    Y empiezo ...
    ... a pasarme mi lengua por la boca, como una señal de desearla toda dentro de mí, y estar rendida a él.
    
    Veo que Gero empieza a respirar más fuerte, se pajea mucho más rápido, hasta que sale toda la lefa de su rabo, metiéndose en mi boca, mientras yo chupo y chupo, me la trago toda y con mi lengua le empiezo a limpiar su polla, pues quiero que vea que soy su hembra, su puta y él es mi
    
    macho, mi hombre, mi chulo.
    
    Yo con la caliente que estaba y con la boca llena de la leche caliente de mi macho, me corro como una puta bien follada por su chulo.
    
    Después nos tumbamos juntos, yo apoyando mi cabeza en su sudoroso y velludo pecho y nos dormimos abrazados, pues había sido una follada increíble y yo estaba encantada de haberlo conocido.
    
    Nos despertamos al cabo de una hora, yo empecé a besarle el rabo a Gero, pero aquello estaba muerto, por lo que le dije:
    
    Me voy a la ducha que no tenía puerta el baño, me desnudo y veo por el espejo como Gero me hace fotos con el móvil, lo cual yo aprovecho para esconder mi cara y lavarme el ojete muy sensualmente.
    
    Me seco, veo a Gero en bolas de pie, me da un beso y me voy de su casa hacia la mía muy feliz de haber encontrado un macho como me gustan.
    
    Y lo que me paso después, es otra historia, que contaré en otro relato. 
«12»