El postre
Fecha: 10/10/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
Las gotas de transpiración bajaban copiosamente por su frente... El pelo estaba pegado a su perlado rostro y sus ojos, desencajados por el placer, eran un rasgo inequívoco… Estaba por acabar... otra vez, pero cómo fue que desembocamos hasta este punto… Fue una vez más mi ceguera la que lo permitió, pues había llegado a creer que con lo sucedido en el asado más su incipiente adicción a eyacular, sería suficiente… Pero como muchas otras veces antes en la vida, estaba equivocado...
Los días siguientes al asado, Tarella casi no salió de la casa… Sólo quería volver a eyacular, ojalá, una y otra vez… parecía una adolescente descubriendo el placer que podía obtener de su propio cuerpo… Entre tanto, el sexo había cambiado en 180 grados… Antes casi ni me buscaba y cuando lograba que se excitara, nuestras relaciones eran un poquitín más que recatadas… Nunca por el culo y menos hasta el fondo por el coño porque le hacía daño, me rogaba y el bolas triste le hacía caso… En cambio, ahora, en una misma noche, me pedía ser follaba por sus tres agujeros tantas veces como me diera la gana o aguantara y, la verdad, comenzó a gustarme…
Durante una semana estuvimos en una especie de luna de miel… Ella casi no salía de la casa y yo solo iba a la oficina a ultimar los detalles de un almuerzo de negocios que sostendríamos en 15 días más… Si bien se veía igual y su fragancia era la usual, Tarella ya no era la misma… Ya no mostraba ese carácter altanero y abusivo que solía caracterizarla, ...
... muy por el contrario, era solícita y suave... Se veía igual que antes, pero menos grosera en sus respuestas, menos odiosa en su trato, incluso para con los niños... Me agradó ese cambio también, pero…
La conocía y sabía de lo que era capaz con tal de retomar el control de todo. Desde ese trono, en el cual yo la ungí, solo realizó acciones con el fin de humillarme, por lo que no me sorprendió su actuar en aquel almuerzo de negocios que, finalmente, sostuvimos con dos invitados provenientes de Santiago, en un conocido restaurante de la ciudad. Luego de la primera impresión, y tras dominar la ira, incluso logré disfrutar de la bizarra situación, sin perder el control, torciendo, como verán, las circunstancias a mi favor...
Si no leyeron la primera parte del relato anterior, acá les dejo una descripción de mi esposa. Tarella, es una mujer bella y menuda. Mide 1 y medio... Posee una cara de muñeca que para nada representa sus 44 años, un par de pequeños, pero bien formados senos coronados con dos puntudos, sensibles y rosados pezones y un culito perfecto y del tamaño adecuado a sus proporciones, ya que es más bien delgada que voluptuosa. Su cabello es largo y hermoso de color trigueño... Sus ojos son picarones y le dan un brillo especial a una linda cara de niña buena... Dicho de otro modo, es mina... Además, es muy sexy y glamorosa para vestir.
Sin ir más lejos, el día del almuerzo llevaba el pelo suelto (el largo le llega unos cuantos centímetros más por debajo de sus ...