Verónica, mi psicóloga favorita - Relatos Eróticos

Verónica, mi psicóloga favorita

... tapado ya por la camisa

-¡graaacias! -dice jovial mientras mira como ha quedado la foto, seguidamente se vuelve a hacer una selfie con su cara todavía cubierta por mi semen

-¡putón! -se dice a si misma mientras se hace varias fotos, sabe que está guapísima, resplandeciente, yo sonrió viendo el espectáculo

Tras hacerse las fotos coge una pequeña botella de agua junto al diván, la abre y se la echa en la cara para lavarse mi semen, el agua humedece su cuero desnudo, sobre sus pechitos, su cara reluce ahora por el agua, la psicóloga agita su cabeza para secarse el pelo, su coleta se agita con violencia.

-¡así, de puta madre! -dice la psicóloga mientras suelta la botella y se frota la cara

Nos miramos en silencio un minuto, está tan guapa

-¡bueno, fin de la terapia, ciao! -me dice mientras me abre la puerta

Me quedo mirándola mientras me pongo mi camisa sobre mi pecho cubierto de semen. La miro antes de salir, desnuda, miro sus zapatos rojos, su coleta

-¡bueno, un besito por lo menos! ¿no? -suplico

Ella me mira, sonríe

-¡bueno, solo uno!, ¿eh? -dice jovial mientras se acerca a mi

Acerca sus morritos a los míos, por primera vez la agarro con mis manos, acaricio su silueta mientras nos besamos primero de ...

... forma inocente, saboreando nuestros labios, noto como ella vuelve a excitarse, luego poco a poco nos metemos las lenguas, primero yo, luego ella a mí, noto como se escita como mueve su cuerpo, como levanta una pierna alrededor mío. Noto el rozo de sus pequeñas tetas, saboreo su lengua, saboreo sus precioso morritos, tan bonitos, tan joviales, acaricio su muslo levantado, acaricio su culito, pero sobre todo disfruto de sus pequeños y carnosos labios.

De repente ella para y se aparta

-¡tú puta madre, como besas también! -dice mientras retrocede y se apoya en la puerta

-¡vete joder! -me dice excitada mientras me mira de arriba a abajo

Yo la miro con cariño, miro su cuerpo alto y esbelto, sus tetitas, su coleta, alargo una mano y acaricio su mejilla, aparto mi mano, veo como ella me mira con los ojos muy abiertos, respira excitada con la boca abierta.

-¡ah espera, el dinero de la consulta! -digo

Ella sujeta mi mano.

-¡no nene, me has gustado! -susurra

Asiento, acaricia su mano sobre mi mano, retrocedo y salgo de su consulta.

Ella cierra la puerta de golpe, apoya su espalda en la puerta cerrada y se deja caer al suelo

-¡su puta madre, menos mal que no estaba bueno! -ríe la psicóloga mientras se acaricia su mejilla…