Trío con el esposo de mi doméstica y un amigo
Fecha: 13/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
... Era un punto a mi favor. Al llegar a la habitación les dije “sáquense la ropa”.
Se miraron algo perturbados y finalmente Martín se empezó a sacar la ropa. Juan lo siguió. Se quedaron sólo en calzoncillos. Por los nervios me di cuenta que ninguno estaba erecto. Eso me excito. Sentirme la “señora” la “patrona” la que decidía, me gustaba. Complementé mi instrucción “sáquense todo”.
Ya completamente desnudos me di cuenta que ambos tenían hasta una dotación similar. Eso me excitó pues la verga de Martín me llenaba de placer, imaginar dos iguales, me ponía loca. Sin más que pensar, me arrodillé y comencé a chupársela a Juan. Fui educada, primero la visita. Martín me miraba y se tocaba. Luego pasé a la suya y estuve así, alternando unos minutos hasta que ambas estaban bien duras y húmedas. Ellos, ya erectos, se soltaron y comenzaron a decirme “que rico la chupa señora”. O “que bien la mama patrona”.
Me puse en 4 patas al borde de la cama y les pregunté quien quería empezar. Juan respondió “yo señora”. Se puso detrás de mí y comenzó a penetrarme en forma bruta. Martin supo que hacer y se puso sobre la cama para que se la chupe mientras Juan me cogía.
La fiereza con la que Juan me cogía diciendo “blanquita la señora, blanquita la patrona” me hacía sentirme muy puta y llegué en pocos minutos. Juan seguía cogiéndome hasta que Martín le ...
... dijo “yo quiero coger a la señora ahora”. Cambiaron de lugar y sentí que Martín ponía saliva en mi culito. Él sabía lo loca que me pone coger por el culo. Y la metió con el salvajismo de Juan. Me estremecí toda, pero la calentura hizo que pronto ya este sólo gozando por mi culo. Volví a llegar.
Les dije “los quiero a los dos juntos”. Ellos se quedaron en silencio y tuve que decirle a Juan que se acueste. Lo hizo me puse sobre él y le entregué mi coño. Tras unos minutos cabalgando y un nuevo orgasmo, mientras Martín solo me manoseaba, me acosté sobre Juan y le dije a Martín “mi cola es tuya”.
Entendió y, en mi cama matrimonial, fue la hembra de dos hombres del mercado. Volver a tener dos vergas dentro a la vez me llevó a un nuevo nivel. Les pedí que me escupieran. Que me insulten. Juan me escupía en el rostro, Martín en la cabeza y la espalda. Tras varios orgasmos míos, Juan llegó y me llenó la concha de leche. Martín seguía muy duro. Yo estaba exhausta. Le dije que quería su leche en la boca. La sacó, se levantó y se puso a mi costado. Con el fuerte olor a mi culo me la metí en la boca, ese momento detonó a Martín y me llenó la boca de leche.
Cuando Martín terminó me dijo “señora, podemos vestirnos e irnos. Debemos volver al mercado”. Les dije que sí. Me quedé dormida en la cama ni cuenta me di del cómo se vistieron y salieron.