1. El mejor trabajo de mi vida


    Fecha: 13/10/2024, Categorías: Voyerismo Autor: dlacarne, Fuente: RelatosEróticos

    ... manos se mantuvieran lejos de sus genitales, podía empezar a tranquilizarme. Las fotos estaban siendo una pasada; me entusiasmé de nuevo y pude centrarme en mi trabajo. Al menos así fue hasta que me di cuenta que, bajo los calzoncillos de Toni, su polla había crecido sobremanera. Algo normal, si lo piensas, después de todo el meneo que acababa de darle Kat.
    
    He de confesar que, aunque fuera una situación extraña, me excité un poco. Mis nervios ya no eran tanto de vergüenza, sino fruto del calor que estaba surgiendo en mi interior. Y, si yo pude ver todo lo que había crecido el paquete de Toni y lo duro que aparentaba estar, Kat también. Acercó su cara y, sin preámbulos, pasó su lengua lentamente sobre él. Me estremecí como si esa lengua se hubiera pasado por mi clítoris. Luché por centrarme y me dije a mí misma: Diane, aprovecha este momento. Me acerqué a ellos y saqué unos primeros planos de Kat fantásticos, con la polla de Toni apunto de explotar los calzoncillos. Contagié mi entusiasmó a mi modelo y subió una marcha su actuación. La agarró, la mordió... La temperatura estaba subiendo como la erección de Toni.
    
    Bajé la cámara un segundo, tomé aire y evité pensar mucho en lo que estaba haciendo. Volví a apuntar con mi máquina y, al enfocar, vi que, tras los mordiscos y agarrones, la punta de la polla había empezado a escapar, asomando por arriba. Ni corta ni perezosa, Kat dio una chupadita y se rió sin decir nada.
    
    Kat se puso en pie, quedando los dos de frente a la ...
    ... misma altura. Se enrollaron con una pasión descontrolada, como no podía ser menos tras todo lo que estaba ocurriendo. Todos los besos, agarrones de culo, mordiscos... eran dignos de los preliminares de un polvo salvaje, pero sus genitales volvieron a quedar libres, la tranquilidad regresó y, simplemente, me estaban dando la pasión que necesitaba para una de las mejores sesiones de mi vida.
    
    Tras esto, con más brevedad que en el resto de poses, Kat empujó a Toni, lo tumbó sobre la mesa en la que estaban y se sentó sobre él. Empujó su pecho hacia abajo y, con la mano que quedaba libre, le agarró la barbilla con fuerza, quedando, con la posición de sus brazos, sus tetas apretadas. La erección de Toni quedó oculta bajo el cuerpo de Kat, sus sexos estaban uno sobre el otro. Las manos del inmovilizado Toni buscaron su sitio sobre los muslos de Kat y esta puso sus caderas en marcha. Al principio arrancó lentamente, era más un reflejo que un acto consciente; las caderas dibujaban círculos que hacían bailar al resto del cuerpo. Cada vez que completaba un ciclo, sentía un temblor desde el centro de mi estómago hasta los pies, como si estuviera yo sentada en su lugar.
    
    No me concentraba y me estaba costando sacar mi trabajo. Cada poco tiempo tenía que parar a tomar aire y pensar en otra cosa. Pero no servía de nada. Siempre que volvía a mirar por el visor encontraba sus ojos, sus suspiros, sus dientes mordiendo sus labios. Siempre que volvía a mirar por el visor me veía a mí danzando ...
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