1. Soy la putita de mis dos pervertidos amigos


    Fecha: 15/10/2024, Categorías: Gays Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    Relato anterior, “Mi roomie me rompe el culo vestida de nena con sorpresa”, dejo el enlace al final del relato.
    
    Me había convertido en la putita de mis dos roomies, ahora tenía dos machos que complacer, los cuales se turnaban para coger y dormir conmigo, aunque a veces me tocaba que llegaban ambos a mi cuarto, esa era mi rutina de Domingo a Jueves, los viernes no me dejaba coger ya que el fin de semana era de mi novia Adriana y necesitaba reposo para poderla complacer, Adriana era la otra parte de mi ser.
    
    Dejé el equipo de futbol, ya me costaba jugar con la colita rozada, ahora las tardes las pasaba en el departamento ya que la mayoría de las clases eran en la mañana, solamente tenía una clase en la tarde y eran miércoles y viernes.
    
    Pablo era mucho más cachondo que Luis, también tenía sus clases durante la mañana, así que coincidíamos en las tardes en el departamento, apenas llegaba se desnudaba y así andaba, desnudo, exhibiendo su cuerpo, sabía que me calentaba verlo, yo dejé también de preocuparme y me encantaba andar en bóxer, los cuales desaparecían siempre que estaba Pablo y en ocasiones Luis, que también llegaba en las tardes, aunque con menor frecuencia, Pablo llegaba de la escuela o de jugar basquet y así todo sudado se desnudaba, se quitaba el bóxer y me lo ponía en la nariz para que lo oliera, húmedo, oloroso, aspiraba profundamente, mi olfato se impregnaba de su aroma a macho, me embriagaba, incluso salivaba con mayor intensidad, sabía cómo prenderme el ...
    ... desgraciado, se sentaba en el sillón abierto de piernas y me hacía mamarle su verga y sus huevos, me encantaba el olor que desprendía su verga sudada, un olor a sudor y a macho penetrante, le mamaba la verga hasta que me dolían las quijadas, en ocasiones eran deliciosos 69 en lo que mientras mamaba su verga me dedeaba y chupaba el culo haciéndome gemir de placer, me la metía hasta la garganta y tenía arcadas que me dejaban sin respiración, pero con el tiempo me fui acostumbrando y logré meterme su verga sin problema, también me costaba tragarme su semen, era demasiado viscoso y me causaba náuseas en la garganta, pero poco a poco le fui hallando el gusto y después me excitaba mucho tragar el semen calientito recién salido de su verga, sentir como salen los chorros de leche e inundan mi boca era de lo más excitante, saborear su fuerte sabor saladito y dulzón y sentir como atraviesa mi garganta me encantaba, tragaba todo su semen con avidez hasta dejar su verga limpia y brillante, no sé de dónde sacaba tanta leche, pobres de sus huevos pensaba, trabajaban horas extras para generar ese rico néctar para mi deleite y todo esto solo era el preámbulo, no me dejaba coger, eso lo tenía reservado para la noche, después de ir a ver a mi novia, sólo era un entremés delicioso, después del cual me bañaba y me cambiaba para salir con Adriana, para que al regresar al departamento me dieran alguna cogida fenomenal Luis o Pablo, o ambos, generalmente ya estaban esperándome deseosos de descargar ...
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