Liberales
Fecha: 19/10/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
... sobresalían unos dedos blancos finísimos que, noté, movía nerviosamente cada vez que acababa un verso. Ana no era ni guapa ni fea: su cara era redondita, resaltando en ella unos labios carnosos que ella había pintado con carmín. Ana era bajita y de figura delgada. La abordé cuando se bajó de la tarima, después de que ella hubo saludado a sus conocidos, en la barra del bar, donde se había acodado para pedir una consumición. "Hola", le dije, "me han gustado tus poemas". Ana me miró de abajo a arriba. "Perdona, no te conozco", dijo, "¿eres amigo de mis padres?, no te he visto con ellos, están allí sentados", señaló Ana; "No, he venido solo"; "Ah, pues..., no sé, ven, te presentaré a mis padres". Ana me llevó e hizo las presentaciones. Pronto me uní a la conversación; no obstante, yo no le quitaba el ojo a Ana, que se reía con unas amigas esquinada en la sala. Creo que su padre se dio cuenta, porque me soltó: "Oye, Toni, mi hija podría ser tu hija"; "¡Cómo!", solté; "Bueno, veo que te gusta..., nosotros, sus padres, somos personas muy liberales, ejem, como tú, ejem, supongo, y comprendemos las cosas del amor, pero no quisiera que mi hija sufriera a causa tuya"; "No, no, no, por supuesto, yo sólo querría echarle un polvo"; "Ah, vale, está bien, siempre que ella quiera..., toma, ten las llaves de mi coche, está aparcado en la acera de enfrente..., este barrio está muy deshabitado, podréis follar sin que os interrumpan". Lo demás fue fácil: Ana era muy accesible y se vino conmigo. ...
... Nada más sentarnos en los asientos traseros, Ana me sacó la polla del pantalón y me la masajeó hasta que quedó muy empalmada; luego, se levantó la falda hasta la cintura y se sentó a horcajadas sobre mi regazo, metiéndose mi polla en su coñito con facilidad.
"Oh, si, sí, sí", gime Ana de placer cuando la estoy follando. Sus tetitas, que ella ha sacado del vestido, se balancean al ritmo que yo le doy. "Sí, sí, sí, oh, aah", gime Ana. Beso sus tetitas, las muerdo ya fuera de mí, a punto de correrme. "Ana", grito, "te quiero". Y eyaculo abundantemente. Ana me da muchos besos, en los labios, en los ojos, en las mejillas, en el cuello y descabalga despacio. "Oye", me dice, "lo hemos hecho sin condón, y estoy en un momento que..., me has debido dejar preñada"; "Te he dicho que te quiero, Ana"; "Y dices que las llaves te las dio mi padre..., ¿en qué trabajas?".
La pregunta quedó respondida. Ahora bien, Ana, con los años se ha puesto más guapa. Vive conmigo y ha publicado varios poemarios, los cuales han tenido una buena aceptación, y por ende, un buena venta, gracias a mi influencia, ni qué decirse tiene.
Esta noche se tragará todo mi semen, me lo ha prometido. Estoy deseando llegar a casa después de la reunión del partido. Ah, esas reuniones..., las odio, pero, en fin, son los gajes de mi oficio. Ana me ha esperado despierta. Yo me he duchado y me he acostado desnudo a su vera visiblemente excitado. Ana, también desnuda, ha tirado de las sábanas hacia abajo y se ha vuelto ...