Jódeme
Fecha: 20/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ManuRelatos, Fuente: CuentoRelatos
Llevábamos tiempo viéndonos por la calle, nos habíamos mirado en más de una ocasión, yo tenía tus redondeadas piernas grabadas en mi cabeza y cada vez que salía de mi casa camino al trabajo no podía evitar tener la obsesiva idea de encontrarme contigo para poder verte de nuevo. No podía parar de pensar en todo lo que te haría.
Un día lluvioso iba hacia el trabajo buscando los soportales para evitar que la lluvia me empapase antes de llegar a mi oficina, fue entonces cuando te vi, llevabas unas botas negras y unas medias que envolvían tus piernas hasta llegar a una minifalda de cuero también negra. La parte de arriba era una camiseta con un generoso escote y una chaqueta, también de cuero, sujetabas un paraguas y al verme te acercaste a mí.
-Puedes ir conmigo si quieres, así no te mojarás -me dijiste con una sonrisa.
-Lo cierto es que te lo agradezco -conteste- soy Manu.
-Encantada –pudiste ver como mientras hablabas no podía evitar mirar tu escote y mordiste tu labio inferior mirándome.
Enseguida me di cuenta de la situación y retire mi mirada entre avergonzado y excitado, podía oler tu fragancia y me excitaba más, adoraba aquel olor que se metía en mi haciendo que te deseara más y más. Juro que lo único que deseaba en aquel momento era tirarlo todo y que nos fusionásemos allí debajo de la lluvia. Note como te pegabas a mi, ya que el paraguas era pequeño y como el contacto conmigo te ponía algo nerviosa, te sonrojaste y me dijiste que aquí nos separábamos ya ...
... que tu tomabas otra dirección, me dejaste allí bajo la lluvia y te fuiste dándome la espalda y me quede mirándote como un idiota y sin saber tu nombre y sintiendo que no había conseguido nada nuevo sobre como acercarme a ti.
Pase toda la tarde pensando en ti y en lo que había pasado, no paraba de llover y era difícil concentrarse en el trabajo debido a la oscuridad, el constante ruido de las gotas romperse contra la ventana y el incesante recuerdo de como te habías acercado a mi inundaban la totalidad de mi mente. Las horas no pasaban y yo en mi mente les gritaba para que corrieran, salir de allí era una nueva oportunidad de encontrarnos, de vernos y de que gracias a la lluvia me regalaras un poco mas de tiempo juntos, hasta que llegó la hora de terminar la jornada y me fui de allí sin haber sido capaz de hacer ni la mas mínima parte de mi trabajo. Pero la verdad es que los milagros a veces ocurren.
Salí del trabajo y la lluvia no paraba de caer y me resigne a cubrirme de ella y deje que me bañara mientras caminaba por la avenida hasta que de nuevo estabas frente a mi, con tu paraguas y tu minifalda negra, con tu escote y tus botines. “Hola” fue la única palabra que dijiste me empezaste a guiar por las calles, esta vez sin invitarme a ir junto a ti bajo el paraguas.
Finalmente llegamos a un cruce donde había un callejón y me hiciste pasar y una vez dentro cerraste y dejaste el paraguas. Me echaste al suelo frente a ti quedando yo de rodillas y completamente alucinado y ...