1. Jódeme


    Fecha: 20/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ManuRelatos, Fuente: CuentoRelatos

    ... sin entender nada, levantaste tu minifalda y para mayor sorpresa la minifalda y las medias eran tu única ropa, de pronto note tu mano en mi cabeza y como con un movimiento brusco me llevaste contra ti y entonces me entregue a lo que me ofrecías, besé tus piernas y tus ingles, hasta que finalmente empecé a comértelo bajo la lluvia y tu mano fue a la raíz de mi pelo y tiró con fuerza, escuche como comenzabas a gemir y pase mi lengua cada vez más rápidamente hasta que comenzaste a acompañar su movimiento con tus caderas. Levantaste una de tus piernas y pusiste tu pie sobre mi mientras te apoyabas contra la pared y me empujabas con mas fuerza contra ti hasta que terminaste de gritar y de disfrutar. Te quedaste mirándome mientras gozabas y finalmente me cogiste de las mejillas con mi boca aún abierta y dijiste:
    
    -Soy Lara, y ahora mismo tú me perteneces.
    
    Comenzaste a andar dejándome allí tirado empapado de la lluvia y tus flujos, te giraste y solo con tu mirada ya hiciste que me levantara y te siguiera. Llegamos a tu casa, seguías sin hablar y sin decir nada, ambos estábamos empapados así que en la entrada me llevaste contra la pared y empezamos a besarnos mientras me quitabas toda la ropa, me empotraste y a mi oído me susurraste una palabra: “jódeme”.
    
    Te cogí de las ...
    ... mejillas y mientras me liaba contigo puse tu cara contra la pared, subí tu falda y comencé a metértela, nuestros cuerpos empezaron a chocar y me excitaba ese sonido que hacían las colisiones, con una mano te cogía del cuello y con la otra no paraba de masturbarte, tus gemidos se metían por mi oído e invadían toda mi mente, solo quería estar dentro de ti y que disfrutaras cada empujón.
    
    Te separaste de mí y me llevaste a tu cuarto, allí te quitaste la ropa, me tiraste a la cama y con decisión cogiste un cinturón para atar mis manos al cabecero. Te sentaste sobre mi cara y literalmente comenzaste a follártela, mi lengua entraba y salía de ti, repasaba cada porción de cuerpo que podía, acompañando tu movimiento, tus gemidos y tu placer, deseaba coger tu culo con mis manos pero estaban atadas pero tu sabias como deseaba agarrarte. Te corriste sobre mí y comenzaste a chupármela haciendo que mi deseo de soltarme solo fuese a más y disfrutabas sabiéndolo, finalmente me soltaste y comenzaste a cabalgar sobre mi, primero despacio y con el tiempo y el acelerar de mis gemidos comenzaste a acelerar tus movimientos, me tapaste la boca y me hiciste terminar dentro de ti dejándote caer sobre mi.
    
    Después de un rato sin hablar rompiste el silencio:
    
    -Ahora vete, mi marido está a punto de llegar. 
«12»