1. Cogí con el practicante de mi esposo


    Fecha: 21/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... departamento. Mi esposo ya me había avisado que llegaría algo tarde de una visita. Yo estaba en un pijama muy ligero, un short medio traslucido y una camiseta igual. Tenía puesto un bikini negro que sabía era notorio bajo el short. Así le abrí la puerta. Como estaba con varias cosas de casa lo hice sentarse en la sala y seguí con lo mío.
    
    En algún momento tenía que bajar unas sábanas desde un armario alto. Cuando lo hacía, me subía a un taburete y como una vez me caí y golpeé feo, mi esposo, a partir de ese momento, siempre que lo hacía, sostenía el taburete para darme estabilidad. Estando Pedro allí, le pedí que me ayude.
    
    Vino hacia donde yo estaba, en el pasadizo entre la sala y mi habitación, sostuvo el taburete y me subí a bajar las sábanas. Me demoré unos segundos y estando sobre el taburete me di cuenta que mis nalgas estaban a la altura de su rostro. En ese instante, adrede, me demoré más, como arreglando unas cosas allá arriba.
    
    Al bajar me di cuenta que Pedro estaba perturbado. Sabía por qué. Le miré abajo y estaba erecto. Claramente un pene grande. Lo cogí sobre su jean y el sólo atinó a decirme “que hace doña Marta”.
    
    Escuchar eso me excitó más. Se lo desabroché y abrí. Saqué su pene erecto. Era muy grande. Me arrodillé y empecé a chupárselo, allí en el pasadizo de mi departamento. Él sólo seguía repitiendo “que hace doña Marta”. Sentí que era yo quien tenía el mando. Me levanté, lo cogí de la mano y lo llevé a mi habitación.
    
    La cama estaba distendida, ...
    ... con todo desordenado. Sobre ella el pijama de mi esposo y algunas de sus cosas. Eso me dio más morbo. Le pedí que se acueste y lo hizo. Bajé algo más su pantalón y su bóxer y su pene quedó completamente erecto. Lo mame un rato más, no podía tragarlo todo, pero era delicioso tener ese pene tan grande sobre la cama donde sólo tenía el pequeñito y miserable pene de mi esposo.
    
    Me saqué el short y el bikini. Me monté sobre él y lo comencé a cabalgar, en muy pocos minutos tuve un delicioso orgasmo y me chorreé completamente sobre él. Seguí moviéndome salvajemente y me llegó un segundo orgasmo. Quise ser su perra y se lo dije “Pedro, cógeme como a una perra”.
    
    Me acomodé al borde de la cama, como una perrita, él se paró detrás de mí y comenzó a cogerme. Sentí su verga llenarme donde mi esposo sólo me hacía sentir vacía. Fue tan delicioso que en unos minutos tuve un tercer orgasmo. Le pedí que se siente en el borde de la cama y me senté sobre sus piernas, con su pene completamente dentro de mí, lo miraba a los ojos, pero no me atreví a besarlo. Cuando sentí que él se venía, me volví a venir.
    
    Me levanté y Pedro me dijo “doña Marta, por favor no le cuente a su esposo, se lo ruego”. Le dije que no diría nada, pero que debía limpiarlo. Cogí toallitas húmedas del baño, le limpié su pene y sus testículos que estaban húmedos de mis corridas y su propio semen. Cuando estuvo limpio le dije que fuera a la sala.
    
    Mi esposo llegó unos 15 minutos después. En ese tiempo me había lavado ...