EL CASTIGO DE CLAUDIA I
Fecha: 21/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos
... qué sorpresa verte aquí. Mi abuela no está en casa... parece que estamos solos —dijo Claudia con una sonrisa juguetona.
Manuel la miró intensamente y respondió—: Espero no ser una distracción, Claudia. Estás muy guapa hoy.
Claudia rio coquetamente y se giró sobre sí misma para que Manuel pudiera escanearla completamente.
—¿Tú crees, Manuel? Es que la temperatura ha subido un poco aquí —comentó Claudia con picardía.
La tensión sexual se hacía cada vez más evidente entre ellos. Cada mirada y gesto estaba cargado de deseo y provocación.
Mientras Manuel soltaba la caja en la mesa de la cocina, Claudia sacó una jarra de agua fría de la nevera con la intención de ofrecerle un vaso. Con una sonrisa provocativa, Claudia le tendió el vaso de agua.
—Toma, Manuel, seguro que estás sediento. Mi abuela siempre me ha dicho que te tratara bien —dijo Claudia con voz sugerente.
Justo cuando iba a darle el vaso, Claudia fingió tropezar y parte del agua se derramó sobre sus torso. El líquido empapó su top, volviéndolo transparente y revelando por completo sus tetas. Sin perder tiempo, Claudia comenzó a dar sacudidas a sus tetas, haciendo que rebotaran de manera tentadora.
Manuel llegó a su límite y en un acto impulsivo, le levanto el top a Claudia. Con una mirada de deseo, se abalanzó sobre sus grandes y firmes tetas, tomando sus pezones entre sus labios y chupándolos con avidez.
Claudia echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y soltando un gemido de ...
... placer.
— ¡Oh, sí, chúpalos más fuerte, Manuel! Hazme tuya... quiero sentir tu lengua en todo mi cuerpo —gimió Claudia con lujuria.
Manuel agarró fuertemente el culo de Claudia y la sentó en la mesa de la cocina. Sus lenguas húmedas se entrelazaron en un beso apasionado. Manuel descendió hacia sus tetas una vez más, chupándolas con dedicación mientras Claudia se retorcía de placer. Con maestría, Manuel le quitó el diminuto pantalón, dejando al descubierto el virginal coño de Claudia.
Manuel se tomó su tiempo para admirar aquel espectáculo, memorizando cada detalle. Los labios del coño de Claudia estaban hinchados por la excitación y comenzaban a emanar fluidos de él. Con suavidad, Manuel acarició el coño de Claudia con sus dedos, explorando cada rincón. Hundió su cabeza entre las piernas de la joven ardiente, comenzando a lamer y chupar su coño que cada vez se volvía más mojado y sensible. La lengua de Manuel se movía con destreza, recorriendo aquel manjar y provocando gemidos de placer en Claudia.
Los susurros de pasión llenaron el aire mientras Claudia se acercaba al clímax.
— ¡Sí, sí, sigue comiéndome el coño! ¡No pares, me estas volviendo loca! —jadeó Claudia intensamente.
La lengua de Manuel danzaba habilidosamente sobre los pliegues de Claudia, llevándola al borde del éxtasis. Cada lamida, cada succión, era una embestida de placer que la sumergía en un torbellino de sensaciones. Los gemidos de Claudia resonaban en la cocina, mezclándose con los sonidos húmedos su ...