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El regalo más guarro
Fecha: 26/10/2018, Categorías: Gays Autor: chicapervertida, Fuente: CuentoRelatos
... pies. A veces cuando he vuelto del gym me hace descalzar y tenderme en el sofá y entonces para horas enteras oliendo y hurgando entre mis dedos. Dice que le vuelve loco el olor mis pies. ¿Puedes creerlo? -¡Madre mía, qué tío más afortunado! -respondió-. Yo siempre he querido hacer algo así pero me da vergüenza que las chicas piensen que soy un bicho raro. Es que eso de olerle los pies a una mujer no es algo que suela hacerse-sonrió aliviado-, imagínate andar por ahí pidiéndole a las chicas que te dejen olerle los pies. Yo a este punto ya sabía que este chico había caído en mi trampa. Ahora era solo cuestión de seguirle el juego. -¿De verdad nunca lo has hecho? -pregunté capciosamente-. Pues para mi no es nada raro en absoluto. Muchos chicos me han pedido que les deje besarme y lamerme los pies y yo los he complacido sin problemas. -¡Joder, qué afortunados! ¡Ya quisiera yo tener esa suerte! - respondió. Yo me quedé en silencio intencionalmente y a su momento le dije: -Oye, pues por haberme ayudado con las fotos creo que te has ganado que te deje oler mis pies como premio por ser un niño bueno -le dije riendo- ¿Te gustaría? Aquel chaval no cabía en el cuerpo de la emoción, pero inmediatamente cayó en cuenta del lugar donde estábamos y me miró con unos ojos interrogativos -¿aquí mismo?-, preguntó. -preferiría en un lugar que no sea público, es que me avergüenzo un poco de que la gente me vea oliéndote los pies como un perro en la calle. ¿No te parece ...
... raro? -¡Pues si! -respondí- ¿Qué propones entonces? -Bueno, podríamos ir a mi piso, no vivo lejos de aquí, y allí podríamos aprovechar de comer algo. ¿Te parece bien? Ya estaba hecho. Mi plan se había ejecutado a la perfección y ahora era solo cuestión de relajarse y dejarse llevar por la lujuria. Definitivamente Noel se llevaría una muy buena sorpresa. Llegamos a su piso y con un cortés -ponte cómoda- asumí una invitación a seguir provocando a esa pobre víctima. Me quité los zapatos y los calcetines y me tendí en el sofá sin perder tiempo. -¡Bueno, a lo que vinimos, aquí tienes tu premio! - le dije riendo mientras movía con gracia los deditos de mi pie derecho. El chico caminó hacia mí, se sentó en el asiento de al lado y acercó su nariz a la planta de mi pie y empezó a inhalar. Cerró los ojos y poco a poco fue introduciendo su nariz entre los pliegues de mis dedos. Su respiración se hizo acelerada y casi que con un movimiento involuntario llevó su mano hacia su entrepierna y se estrujó el paquete de un modo tan natural, como queriendo aliviar la presión de su miembro que a este punto estaba a punto de estallarle. -¡No lo puedo creer! -exclamó extasiado-, este olor es divino... ¡Que excitado estoy! -¿te molesta que te filme mientras me hueles los pies? -pregunte con gracia-, es que te ves muy sexy haciéndolo -le dije. -¡Para nada, filma lo que quieras! -respondió. La situación evolucionó con naturalidad. El chaval metió la mano en su short y sin decir ...