1. Manuel, mi instructor de gym


    Fecha: 23/10/2024, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    Manuel es el típico instructor de gimnasio de barrio, parece salido de esas páginas de Facebook que publican memes relacionados con ese mundillo. De estatura media, brazos, hombros, pectorales y panza desarrollados, pelo ondulado, negro al igual que el color de sus ojos, moreno, siempre en licras porque entrena pierna 3 o 4 veces por semana. Sin embargo y fuera del estereotipo de instructor, Manuel es muy simpático, casi carismático, pues tiene una pequeña cohorte de post adolescentes que por las tardes lo siguen casi religiosamente en sus maratónicas sesiones de entrenamiento.
    
    Los domingos por la mañana el gimnasio suele estar casi desolado, por lo que es bueno ir a entrenar porque dicha pequeña cohorte no ha acaparado todo el equipo del pequeño gimnasio y Manuel se encuentra disponible para una pequeña “shit talk”, con él sentado en su silla, piernas abiertas, su vieja “tank” del World’s gym, su licra negra que desembozadamente muestra su pequeño bulto.
    
    Siempre disfruto verle sus hombros redondos como cocos, su pequeño pezón que pugna por salirse de su camisa desmangada o a veces cuando se digna, ver su axila rasurada, enmarcada en su brazo fuerte flexionado y descansando detrás de su cabeza. Luego cada quien regresa a lo suyo, yo al entreno y él a corretear mujeres ya entradas en años.
    
    Cierto domingo fue diferente: estaba lloviendo copiosamente por lo que el gimnasio estaba vacío y yo no tenía paraguas, pues vivo a 3 calles y no tenía ganas de salir corriendo ...
    ... bajo el agua, por lo que desde la puerta ambos nos pusimos a hablar…
    
    “No vino nadie hoy”
    
    “Por la lluvia, maestro, así nadie se levanta menos en domingo por la mañana” me dijo con su voz masculina y con aire de hombre de barrio.
    
    “Así es, hay que ser muy dedicado para venir un día como este” le dije.
    
    “Yo vengo porque tengo que trabajar, no porque me quedara con mi mujer en casa” me dijo.
    
    Ambos reímos ante la trillada frase que se dice en semejantes ocasiones.
    
    Y pasamos a hablar de diferentes temas, incluyendo rutinas y ejercicios. Se empeñó en explicar cierta variante de hacer el press de pecho que había descubierto en Instagram por lo que fuimos a la banca, se posicionó y mostró cómo se hacía el ejercicio y en donde estaba dicha variante, que para ser francos nunca entendí. aunque en realidad no presté mucha atención por estarlo viendo. Luego se incorporó y me invitó a imitarlo, pero en eso noté que yo tenía algo de erección, pues le vi su pequeño bulto marcarse sobre la licra mientras él hacía el ejercicio y al parecer eso fue suficiente (como si yo necesitara más) para excitarme.
    
    Me acosté en la banca confiando que la erección bajara lo suficiente para que no se notara por encima de mi ropa, además traté de razonar, Manuel no se fijaría en eso, pero se fijó.
    
    “Mire campeón, se le paró el niño” me dijo en tono chusco, antes de iniciar mientras me acomodaba.
    
    Fingí no oírlo “¿Cómo era el agarre?” le dije, como desviando la atención.
    
    Manuel se puso a la ...
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