Rompiendo la monotonia (3 y final)
Fecha: 25/10/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: marori69, Fuente: RelatosEróticos
LA NUEVA VIDA
Incorporarse a la rutina después de las vacaciones nunca es agradable, pero es necesario. Manuel y Vanesa tardarían unos días en arreglar todo y volver a Asturias, días que se me antojaban eternos. Esa tarde recibí un email, con instrucciones de mi cuñado para que recogiéramos las llaves de la casa en la oficina de la empresa que les había hecho la reforma, y la dirección para que la fuéramos a ver.
El fin de semana escapamos a verla. Era un chalet dentro de una finca grande, totalmente vallada y discreta. Recién pintado, se apreciaban las ventanas y puertas nuevas, con un gran ventanal en el lateral derecho que daba a una piscina y una zona para tomar el sol. Era lo que siempre había soñado. Por dentro todo era nuevo y moderno, el piso de abajo tenía una enorme cocina, con comedor, isla, vamos un sueño. El salón con chimenea que daba a la piscina, una habitación principal con baño, otra habitación más pequeña, un aseo, la escalera de acceso al piso superior, una puerta de acceso al garaje en la parte trasera, y una cerrada, que ninguna de las llaves abría, y supuse era el sótano.
El piso superior, era un copia y pega del inferior, salvo las puertas de garaje y sótano, y el ventanal, que aquí daba también a la piscina, pero sobre un balcón. Era perfecto, 2 viviendas en una, independientes pero unidas. Decidimos aceptar la oferta, y así se lo comunicamos a nuestros cuñados desde allí mismo.
Esas dos semanas se me hicieron eternas, Vanesa pidió unos ...
... días para preparar la mudanza y yo hice lo mismo, en cuanto liquide varias cosas, cerré unos días por asuntos personales. Queríamos estar instalados para cuando ellos llegaran.
Y así fue, el domingo al mediodía, llegaron a casa.
Les ayudamos con las bolsas que traían y vieron nuestra planta, ya medio personaliza con fotos y cuadros nuestros. Les gusto mucho
En la planta de arriba les habíamos colocado más o menos todo lo que había llegado día antes, salvo la ropa y las cosas personales, ya que cada uno tenemos nuestras manías.
Les dejamos acomodarse mientras baje a preparar algo de comer. La sobremesa la pasamos hablando de la casa, la zona, lo tranquilo que era, pues en 6 días que llevábamos allí viviendo, aun no habíamos visto a ningún vecino. Es lo que tiene entrar en coche directo a tu finca, si no quieres, no hay contacto.
Como había prometido, la sala no nos defraudó. Era enorme, casi media planta del chalet, la otra media era el garaje, totalmente insonorizadas las paredes en acolchado rojo, con varios espejos en algunas zonas, estratégicas supuse, y algunos en el techo. Potro, silla ginecológica, cruz, x, varias poleas en el techo, grilletes en varios puntos, una especie de somier antiguo metálico, conectado a un generador, un armario con todo tipo de parafernalia, dos butacas negras de piel, vamos, todo. Un pastizal gastado únicamente para el placer y el dolor. Estábamos embobados tanto Vanesa y yo, como Silvia, que tampoco lo había visto. Al fondo había ...