1. Fantasías de mujer (1)


    Fecha: 26/10/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kimera58, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Carmen, con mis cuarenta y cinco añazos soy lo que se dice una mujer estupenda, puede que alguna me diga que me sobra algún kilo pero por los comentarios de los hombres (y de alguna mujer) los tengo más que bien repartidos con unas buenas tetas y un culo que es gloria verlo, hago ejercicio con regularidad pero no soy fanática del deporte, lo hago por mantenerme en forma y tener otras relaciones sociales diferentes a mi entorno laboral y familiar.
    
    Estoy casada y el sexo con mi marido es satisfactorio pero la rutina hace que no tenga mucha chispa y con frecuencia tengo fantasías sexuales aunque no las he podido satisfacer hasta ahora. Al principio el sexo con mi marido fue intenso y variado, sin tabús por ninguno de los dos incluso, en alguna ocasión, aprovechando que Javier, mi marido, viaja con frecuencia por su trabajo, he tenido algunas (pocas) relaciones sexuales pero tampoco para destacar o que me hayan vuelto loca.
    
    Con los años veo que necesito más sexo y más variado del que mi marido me puede dar. Si, lo reconozco, en mis fantasías soy una cerda, con los años, en mi imaginación, me he ido emputeciendo y cada vez me gusta el sexo más intenso y depravado, aunque no he podido (no me he atrevido) a pasar de ser fantasías, cada vez más guarras.
    
    Como es corriente en estos relatos y porque en otros posteriores tendrán su protagonismo, voy a describir a mi (pequeña) familia: Javier, mi marido es un hombre de buena planta en la cuarentena avanzada y todavía de ...
    ... buen ver. Si no fuera porque es mi marido y, como decía, la rutina cansa, diría que tiene un buen polvo todavía.
    
    También tengo un hijo adolescente, Andrea que, como se dice ahora, tiene un género fluido, es varón pero en parte se siente mujer, lleva el pelo largo y el cuerpo depilado. Ni a mi marido ni a mi nos importa su elección personal.
    
    Como contaba, las pocas relaciones que he tenido fuera del matrimonio, me han ayudado a despertar mi sexualidad aunque no hayan sido extraordinarias. Todo cambió cuando conocí a John, un negro americano guapo, alto y fuerte. Nunca había tenido sexo con personas de raza negra aunque siempre ha sido una de mis fantasías, ahora después de probarlo, reconozco que me volví adicta a las pollas y culos negros.
    
    En la cafetería donde habitualmente tomamos un café en mi trabajo, estando con mi compañera Sara, otra madura como yo “de las que todavía te la ponen dura”, nos preguntó por algunas de las especialidades de café que se ofrecían y que él desconocía dado que era su primera vez en España; le preguntamos cómo hablaba también español y desconocía las costumbre cafetiles españolas, pero nos contó que era profesor de español, pero que lo había aprendido en Colombia donde había estado varios años ya que su madre era de allí y era su primera visita a España.
    
    Me gustó todo lo que vi de él, me recordaba al actor Denzel Washington aunque su tez era más negra y aprovechando que mi compañera tenía que irse alargué la conversación y quedamos ...
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