Segundos desaliñados - Relatos Eróticos

Segundos desaliñados

... ahora se daban de la mano mientras le miraban detenidamente?

-Hay más de una razón por la que estás hoy aqui ... No hemos tenido sexo desde Navidad y eso no está bien ¿Ahora que quieres? Mi polla en tu culo, la polla de Ken en tu boca.... ¿un buen beso negro? Sé que es tu favorito después de todo. ¡Las opciones son infinitas y estamos a tu servicio! -. Exclamó Takeru teatralmente mientras soltaba la mano de Ken y los dos se quitaban sus ropas hasta quedarse desndos completamente.

La polla de Daisuke se endureció inmediatamente al ver a Ken parado desnudo frente a él. Le encantaba el resplandor que desprendía, el estómago plano de Ken, el pelo cubriendo casi sus hombros y sobre todo no podía tener suficiente de la polla ligeramente curvada del genio. Claro, Daisuke se sintió atraído por Takeru cuando se quitó la ropa también, pero simplemente no era lo mismo. Su vínculo con Ken era mucho más fuerte que el de Takeru , y amaba cuando su mejor amigo estaba dentro de él.

Takeru y Ken se acercaron a Daisuke y desabotonaron cuidadosamente su camisa al unísono, sus ágiles dedos hicieron que el proceso fuera poco trabajo. Después de que se quitó la camisa, Ken y Takeru comenzaron a besar su cuello, chupando suavemente la piel tierna. El chico sabía que habría marcas mañana y era muy probable que tuviera que ponerse un suéter de cuello alto, pero no le importó. Amaba el afecto que recibía de ellos, y aunque no quería que nadie más supiera acerca de su arreglo sexual, ...

... durante el fragor del momento podían marcarlo como quisieran.

-Querido te prometo que nunca te haremos hacer nada que no quieras. Cuando dormimos contigo, se trata de ti y de lo que necesitas. Esto es para ti, no para nosotros. Cualquier cosa que necesites, estamos aquí para dártela. Solo recuerda que si es demasiado, siempre puedes decir "basta". Ahora cuéntanos, ¿qué quieres hoy?-. Susurró Takeru al oído izquierdo de Daisuke mientras Ken mordisqueaba el otro.

Rara vez Daisuke pensó en lo que quería cuando la excitación empezaba a controlarle. Todavía estaba sorprendido de que Takeru y Ken quisieran hacer realidad sus fantasías.

-No podemos empezar si no nos dices lo que quieres-. Ken respiró en el oído de Bruce, enviando un delicioso escalofrío por su espina dorsal; no estaba seguro exactamente de lo que quería, por lo que simplemente dejó escapar las ideas que le vinieron a la mente.

-Quiero que Takeru nos obligue a darle sexo oral ... Y luego quiero que los dos me deis bien fuerte ... Yo también quiero que sea duro ... ¿Está bien?-. Daisuke expresó sus deseos con vacilación, y antes de darse cuenta Takeru lo agarró, lo cogió por la cintura, lo levantó de la silla y lo sostuvo en alto mientras Ken se quitaba los zapatos y los pantalones.

- Está más que bien. Ahora ponte de rodillas. ¡A los dos!-. Ordenó Takeru como si fuera un sargento de instrucción, y mientras Daisuke cumplía, Ken resistió sus demandas.

- Que te jodan , No estoy de rodillas por ti. Pareces ...