1. Trabajando hasta tarde


    Fecha: 31/10/2024, Categorías: Masturbación Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... directo a mi vagina y clítoris. Después del shock inicial, estaba empezando a estar más excitada.
    
    Rompimos el contacto visual y miramos hacia abajo. Noté que la erección de José estaba dura, y parecía que tenía una verga muy grande. También vi, mirando hacia abajo a través de mi escote, que mis pezones estaban duros como rocas, queriendo sobresalían a través de mi delgado suéter ligero. Sentí mi corazón latir con fuerza.
    
    Levanté la vista de nuevo y tragué saliva.
    
    Y: "José... ¿Estabas disfrutando de verme?"
    
    Hizo una pausa antes de responder.
    
    J: "Espero que no se ofendas, Licenciada. Es tan hermosa. Tosí, pero no me escucho. Y simplemente no podía apartar los ojos".
    
    Llegué a una decisión.
    
    Y: "Ambos estamos en una situación incómoda. Pero, no sé tú, estoy bastante alterada, y no por este informe. Y si no te ofende ni les molesta, me gustaría seguir haciendo lo que estaba haciendo cuando llegaste".
    
    Vi a José levantar repentinamente la cabeza ante esto, y lentamente una mirada de incredulidad en su rostro fue reemplazada por una sonrisa. Comenzó a hablar en voz baja, luego se aclaró la garganta
    
    J: "¿Cree que podría verlo?".
    
    Y: "Sí. Me gustaría eso, José".
    
    Hubo una pausa.
    
    Y: "Deberías sentirte libre de... ponerte cómodo también. Si quieres hacerte algo mientras miras".
    
    No podía creer que le estaba dando permiso al intendente para masturbarse conmigo ¡en mi oficina!!! Pero allí estábamos, esta noche se había vuelto realmente rara. Pude ver ...
    ... que José se quedó sin aliento, pero sus ojos se veían alegres. Asentí con la cabeza hacia la otra silla en mi oficina,
    
    J: "Creo que me quedaré de pie, si está bien".
    
    Y: "Está bien, José. Por favor, dime si algo te hace sentir incómodo, y tampoco hablaré de esto con nadie más. Esto queda entre nosotros".
    
    Nuestras miradas se cruzaron y parecimos entendernos. Sin romper el contacto visual, giré para mirar a José. La cremallera de mis pantalones estaba abierta, pero levanté mis caderas ligeramente y empujé mis pantalones fuera de mis caderas y sobre mis muslos. Ahora estaba sentada en la silla de mi oficina en pantaletas, que como he dicho eran delgadas y sedosas, y ligeramente transparentes debido a que estaban empapadas. Abrí mis piernas e incliné mi culo para que la vagina estuviera apuntando hacia arriba y a la vista, y José podía ver el contorno de mis labios y enorme mancha de humedad. No había vuelta atrás ahora.
    
    José no podía apartar los ojos de mi entrepierna. Tragó saliva, y su mano se movió hacia su entrepierna y comenzó a frotar su verga en la parte exterior de sus pantalones.
    
    Y: José, ¿Quieres que me lo quite?"- tomando de la bastilla mi suéter.
    
    Él solo asintió tontamente.
    
    En un solo movimiento mi pequeño suéter dejo de envolver mi cuerpo, saliendo por arriba de mi cabeza, alborotando mi melena al paso, ahora José podía ver mi desnudo abdomen y mis senos encerrados en un sostén de encaje que apenas podía contenerlos. Mis pequeños pezones rosados, ...
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