Ayudando a armar una cama americana
Fecha: 31/10/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Urbionthe, Fuente: CuentoRelatos
Sonó mi teléfono celular y era ella, Macarena.
Yo había tenido un día no muy bueno en mi trabajo y al escucharla se desapareció todo lo malo. Mi amor, saliste de tu pega? aun no, me falta un poco… por qué?
Eh, es que quería invitarte; compré una cama americana nueva y no sé cómo armarla, tu podrías ayudarme? después podríamos tomarnos un tecito, te tinca? Eh, claro que si le dije.
Me demoré un poco, pase al supermercado y compré algunas cosas para llevar para el té que nos íbamos a tomar, y llegue a su casa.
Al llegar toqué el timbre y salió a recibirme, andaba de ropa liviana: buzo, zapatillas y una polera que dejaba harto para la imaginación. Me percate de un detalle; habían dejado el recibo de la luz en su antejardín y le dije: oye, aun no recoges el recibo? ah no, me dijo y al decir esto se agacha y la polera guardaba un pequeño secreto: andaba sin sostenes. Mas encima al inclinarse se le bajó un poco el buzo: Una pantaleta súper chiquita negrita de encaje se asomó sin querer…
Recogió la cuenta de la luz y al ver que yo la miraba me dijo, vamos? Nos espera trabajo.
Me hizo pasar, tenía un desorden en el comedor por todo el movimiento de la compra nueva, así que tuvo que mover muebles para poder meter la cama en su pieza y allí estaba la cama esperando ser armada.
Quitamos los plásticos, pusimos la base, el colchón de resortes, armamos el respaldar. Ella hizo la cama con la ropa de cama nueva que había comprado mientas yo armaba los muebles, demás ...
... está decir que en el intertanto yo le echaba un ojo cuando me ayudaba.
Unas horas después terminamos los muebles me dice si me iba a duchar, porque si es así hay de todo en el baño, mientras ella se fue a la cocina.
Cerré la puerta del baño, abro la llave de la ducha, me pongo de espaldas cuando siento que me tocan por la espalda, era ella quien se puso detrás de mí, me doy vuelta y nos encontramos con nuestras lenguas, en besos calientes, jugosos, con ansias, con ganas.
No me costó nada sacarle la polera y dejar ver sus tetas rosaditas, pezones parados, pidiendo lengua para gozar y así fue: chupé sus pezones, primero con mis labios, después con los dientes, hizo un suspiro largo. Que rico mi amor le dije.
Con mis manos tocaba su cuerpo hasta excitarla, abría sus nalgas y ella misma me dirigió mi otra mano dentro de su vagina que ya comenzaba a mojarse le metí un dedo, luego dos.
Le bajé su pantaleta. Estaba desnuda ante mí; la tomé y la puse contra la pared de la ducha con sus manos arriba. Cerré el agua y comencé a acariciar su espalda, le besé por todo su cuello, mientras tocaba con ambas manos sus senos, estaban duros y más duros estaban sus pezones con las caricias con mi lengua que ya le había dado.
Tomaba mi pene para dirigirlo a su culo y hacia movimientos para metérselo, ella se acercaba y presionaba más hacia mi pene, jadeaba de gusto.
Ah amor que rico culo tienes le dije, me encanta, me gusta tu boca, tus labios.
Te gusta por lo caliente de mi ...