Ayudando a armar una cama americana
Fecha: 31/10/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Urbionthe, Fuente: CuentoRelatos
... boca? al preguntarme eso con una de sus manos me tomó el pene, lo acariciaba arriba y abajo con movimientos suaves al principio, fuertes después hasta que se vio vueltas.
Así quiero pagarte tu ayuda, me dijo: Al decir esto veo que se va agachando hasta estar a la altura de mi pene, me mira y me sonríe. Me cierra un ojo y se mete la punta en la boca.
Cierra los ojitos y disfruta tu pago. Te dije que te mereces un premio.
Acto seguido se lo mete en su boca. Siento como el anillo de sus labios recorren el glande hasta llegar al tronco mismo. Yo me sentía en las nubes con su boca caliente y mojada.
Con ganas de terminar yo se lo saco de su boca y se lo pongo entre sus tetas, ella con instinto junta sus senos hasta rodear mi aparato ya mojado con su saliva. Sus senos estaban suaves ella echaba saliva a su parte media de sus tetas al tiempo que yo le apretaba sus pezones.
Salimos de la ducha, tomé una toalla para secarnos algo del agua que salpicó. Nos tiramos en la cama, la besé por todo el cuerpo, ella mi tocaba mi espalda, mis muslos, mi pene. Comencé a recorrerla por sus piernas, subí por sus muslos.
Ponte en cuatro patas, le dije, así lo hizo y me ofreció la vista de su culo tan rico.
Le bese la espalda, bajé hasta que sintió que me acercaba mi cara a su culo, Acto seguido, sin más, ella sintió mi lengua endurecida y húmeda entre sus nalgas, deteniéndome unos segundos a las puertas de su vagina. Gimió sin poder controlarse mientras le acomodaba las ...
... caderas y deslizaba entre los pliegues de su vagina un dedo de mi mano derecha.
Con mi lengua recorrí sus labios vaginales, lamí con paciencia su clítoris que parecía estallar de placer, al tocarlo arqueo su cuerpo y más acercaba su culo a mi cara, se movía con ganas, jadeaba y me pedía que no me detuviera hasta sentí que sus labios temblaban: Tomé con mis manos su cadera y no me contuve más y le puse la punta de mi pene en su vagina, ella al sentir la cabecita caliente ella misma con su mano la puso entre sus labios y me pidió que se la metiera de una vez. Oh mi amor que está dura, que rica.
La dejé dentro de ella por un momento hasta que ella comenzó a moverse. Sentía sus paredes tiritar, sus líquidos rodeaban mi tronco, sus labios crecían en cada embestida, jadeaba de placer
Sin soltar la presión de mis dedos sobre su piel, comencé a darle, una y otra vez, golpeando fuertemente mis caderas contra su culo provocando un sonido semejante a cachetadas huecas, arremetiendo contra ella hasta el punto que se afirmaba del cubrecamas nuevo, sus movimientos hacían que se retorciera, se inclinaba hacia arriba para recibir mis besos, tocaba sus tetas, me pedía más, que se lo hiciera fuerte y más rico.
Al decirme eso, la tomé con todas mis fuerzas, mi pene era como un pistón de auto entrando y saliendo de su agujero. Voy a llegar le dije y ella arqueo y se tensó su cuerpo, me tomo de una de mis manos que estaba en su cintura y la apretó.
Muévete también estoy llegando me dijo, ...