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Sexo inesperado en un Airbnb
Fecha: 03/11/2024, Categorías: Hetero Autor: xMystic, Fuente: CuentoRelatos
... te estás quedando aquí sola? Me dice en tono de coqueteo. - Pues si, qué lástima que me he tenido que masturbar solita aquí... En ese momento, hubo un silencio absoluto y solo intercambiamos miradas, entonces se me acerca, me agarra la mano y la pone en su pene erecto. - Mira como me tienes. Bajé la mirada y noté la pequeña mancha de fluidos que había en su pantalón kaki. Uyyy! Que delicia. Pensé. - Que rico! Y ni siquiera me has visto desnuda todavía. - Quiero verte, tienes un cuerpo espectacular. - Me has estado deseando todo este tiempo? Le digo y le agarro el guevo durísimo. Que rico fue sentir esa erección tan potente entre mis dedos! Y tan solo con tenerme a solas. Comienzo a besarlo lentamente y me acerco a su oído para decirle: - Vamos a bañarnos juntos, pero el reto es que no me puedes coger todavía. Te aguantas? Me miró con una cara de emoción y asintió. - Quítate la ropa mi amor. Le digo, mientras que lo ayudo a desabrochar los botones de su camisa para luego proceder a dejar mi ropa a un lado y guiarnos hacia el baño. Estando en el baño se quita los bóxers y libera finalmente aquella erección. En seguida mi cuerpo comienza a sentir una tensión increíble al ver la perfección de ese pene. Blanco, grueso, recto, cabecita rosada, cero pelos. Impecable. Entonces entramos a la ducha, sentimos el agua caliente cayendo sobre nosotros y Germán comienza a enjabonar mis senos mientras los admira y masajea con sus manos ...
... desnudas. Siento de inmediato una excitación enorme y lo beso por el cuello mientras que le bajo la mano hacia mi vagina para que sienta mi humedad y el, muy inocente, la retira y la pone en mi cadera. Intento que vea mi cuerpo completo, desnudo y mojado pero el mantiene su mirada fija en mi rostro. Y yo en el de él. Nos provocamos con nuestras miradas, nuestras sonrisas y nuestras manos durante un rato mientras sentíamos nuestros cuerpos desnudos llenos de jabón, nos enjuagamos, nos secamos con las toallas y volvimos a la habitación. No hubo necesidad de conversar ni de intercambiar palabras, la lujuria se produjo sola. De un segundo a otro ya estaba en cuatro en el sillón turquesa siendo deseada por este "nerd" que subestimé. - Así me querías tener? Así me imaginaste? Ahh? Dime! Le dije con voz de excitación, mientras él procedió a abrirme el culo de par en par para tener una vista completa de mi húmeda vagina. - Ahh! Tienes una cuquita espectacular! Hermosa. Más rica de lo que la estuve imaginando toda la tarde! Y comenzó a penetrarme sin parar durante varios minutos. Podía sentir como su pene entraba y salía de mi vagina mientras el me acariciaba la espalda. Se acerca a mi cuello por detrás y me dice: - Te gusta como te lo estoy metiendo? Lo quieres así o más duro? - Siii mi amor me encanta sentir tu guevo adentro de mi! Sácalo y mételo hasta el fondo duro por favor! Le digo entre gemidos. Y haber dicho eso, parece haber reventado en él ...