1. Mis vacaciones porno en el albergue juvenil (I)


    Fecha: 08/11/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lo que os voy a contar ocurrió hace 4 años, cuando estaba de vacaciones en el albergue juvenil con mi amiga Candela, era una tarde de verano y en la habitación de al lado había 4 chicos, de nuestra misma edad más o menos pensé yo al verlos desde la ventana. Medio en broma comentamos lo buenos que estaban y las ganas que teníamos de poder tener un buen orgasmo por fin desde hacía meses, ya que las dos habíamos dejado las relaciones con nuestros novios recientemente.
    
    Nos pusimos a deshacer las maletas y a colocar nuestra ropa, entre ella todos los tangas y lencería que habíamos traído para el fin de semana. Candela, que tiene un cuerpo exuberante comenzó a desnudarse y a probarse su ropa interior nueva. Empezó a hacer el tonto y a posar como si fuera una estrella de cabaret. A mí me estaba poniendo muy cachonda y no dudé en desnudarme y a hacer lo mismo. Empezamos a jugar y comenzamos a tocarnos. Nunca había sentido atracción por las mujeres, ni creo que sea lesbiana, pero en ese juego me encontraba muy cómoda y excitada. Le bajé el sujetador y le empecé a lamer sus tiesos pezones, con suaves mordiscos. Ella metió su mano por entre mi tanga y comenzó a masturbarme con suaves movimientos en la vagina. ¡Estábamos a 100! De repente se oyó el ruido de la puerta de al lado y paramos de hacer lo que estuviéramos haciendo. Comenzamos a reírnos y a decir, “ojalá se abra la puerta ya aparezcan dos tipos fornidos para empotrarnos”. Pero nada de esto sucedió. Los chicos se fueron al ...
    ... bar de enfrente, haciendo mucho ruido y diciendo tonterías que apenas podíamos entender.
    
    Nos resignamos y nos vestimos. Nos pusimos ropa cómoda, nada de bragas, y nos dirigimos a recepción a recoger nuestros documentos.
    
    Sin embargo al pasar por delante de la habitación de los chicos, la puerta estaba ligeramente abierta y pudimos ver que uno de ellos se había quedado ordenando su ropa mientras hablaba por el móvil. Además estaba completamente desnudo. Menudo rabo que tenía. No estaba empalmado, pero le colgaba una polla de considerables dimensiones. Yo nunca había visto nada semejante, así que me quedé asomada un rato ya que él parecía distraído mientras hablaba con su móvil. Volvía a estar empapada y con unas enormes ganas de catar aquella tranca. Mi amiga, muy graciosa ella, me empujó y la puerta se abrió completamente. Yo me caí al suelo justamente delante de mi deseado Adonis. Él se sorprendió y se asustó, hasta que me vio en el suelo, patas arriba sin bragas y con mi amiga a carcajada limpia al otro lado de la puerta.
    
    Entonces colgó su teléfono y me preguntó de forma un poco pícara. ¿Y tú de dónde sales?
    
    Le dije que era la vecina de habitación, bueno, que en realidad éramos sus vecinas, ya que mi amiga seguía allí mirando y riéndose desde el pasillo.
    
    Entonces me ayudó a levantarme mientras se tapaba el pene con una mano y me pedía disculpas por estar desnudo.
    
    Yo le dije que en realidad las disculpas se las debía pedir yo por haber entrado en su habitación ...
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