Divirtiéndome en mi trabajo
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: larizzapearl, Fuente: CuentoRelatos
Hola a todos, aquí les relataré un suceso que me pasó apenas 2 semanas después de haber cumplido 18 años. Un amigo de mi hermano mayor, Ramiro, trabaja para una empresa cervecera muy conocida en el país, aquí en la ciudad. Él necesitaba una edecán de esta cerveza para promocionarla en un billar muy conocido en la ciudad. Pasaron días cuando él me habló por teléfono, pidiéndome de favor si podía ser su edecán en dicho billar por solo 2 semanas, y que me pagaría muy bien. Para ese entonces estábamos de vacaciones y mi novio estaba de vacaciones con su familia en otra ciudad del estado, así que no vi ningún problema en aceptar esa propuesta, pues ya lo conocía y sabía que la propuesta era en serio.
Me entreviste con Ramiro en su oficina y me dijo todos los detalles: trabajaría de miércoles a sábado, de 8 de la noche hasta el cierre, 2 de la mañana y dijo como sería mi sueldo, nada mal por cierto. Mi uniforme era un conjunto de pantalón pegado a una blusa, todo el conjunto amarrillo con rayitas blancas y con la marca de la cerveza, muy ajustado, con un coqueto escote al frente y atrás. Pues bien, mi trabajo era atender y promocionar esa cerveza a las personas que pidieran la cerveza que yo promocionaba mientras jugaban. Desde el primer día note que muchas miradas se clavaban en mí, pues aunque había algunas meseras, muy atractivas, por cierto, su uniforme no era tan llamativo ni tan ajustado al mío, que era jeans azules y camiseta negra con el logotipo del local. Esto, mas ...
... aparte de tener ese uniforme ajustado, usaba debajo una tanga con un hilo dental muy delgado y no usaba sostén, pues la tela del uniforme era grueso y no se notaría que no traía; aparte yo era la única edecán en el lugar y era otro motivo para llamar la atención. Así paso una semana, en que varios chicos me sonreían y yo les correspondía igual mientras los atendía. El fin de semana de mi primera semana ahí, un sábado, me toco atender a 3 hombres, los 3 entre 35 y 40 años, no eran guapos pero tampoco eran feos, y se notaban que eran de dinero por su forma de vestir, y era la primera vez que los veía en la semana..
Cuando llegue a atenderlos los 3 me miraban con ojos que parecía que me querían desnudar con la vista, a lo que yo no le di importancia, pues ya estaba acostumbrada y, no lo niego, me gusta que me miren así. Le pidieron a una de las meseras una cubeta de la cerveza que estaba yo promocionando, solo por el hecho de que la edecán (yo) era una mujer muy hermosa. Reí por sus comentarios y agradecí, retirándome para seguir atendiendo a las demás personas. Al rato regrese con ellos, para preguntarles si todo estaba bien; me dijeron que si, que todo estaba bien ahora que había regresado con ellos. Los tres pararon de jugar y se presentaron: se llamaban Manuel, Ernesto y Oscar. Me empezaron a preguntar que como me llamaba, mi edad. No vi problema en contestarles sonriente, luego me preguntaron si ya tenía tiempo trabajando como edecán ahí en el billar; les dije que era mi ...