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Inma, la cuñadita
Fecha: 21/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... intentaba gemir por la nariz. Yo estaba mirando sus piernas y decidí no postergarlo más. Le quité una sandalia. Saqué mi lengua de su boca, me incliné un poco hacia atrás, agarré su pie y me metí sus cinco dedos en la boca. Inma me miró con el ceño fruncido y la boca abierta. Una mueca entre sorpresa, enfado y placer. Yo seguía bombeando y lamiéndole el pie. Sin decirle nada llevó su mano automáticamente a su clítoris y empezó a frotar con violencia sin perder detalle de lo que le hacía. Casi al instante tuvo otro orgasmo, pero esta vez más sonoro. Solté su pie. - ¿Te ha gustado? + Buffff, muchísimo. ¿Cómo sabías que me iba a gustar? - No lo sabía, pero llevo fantaseando con tus pies desde este verano. + Me pone mucho. Me encanta. Ahora con el otro… Repetí el mismo esquema y ella volvió a masturbarse con violencia para volver a tener otro orgasmo demasiado rápido para mi gusto. Cuando terminé de saciar mi fetiche le sequé los pies en mi pantalón y camiseta, le puse las sandalias y la puse contra la pared. Era la hora de que aquello sonase como debía. La empujé contra la pared. Tenía la mitad de la mejilla apoyada contra el muro. La agarré del pelo, le levanté la falda y le azoté el culito. Un mini gemido se le escapó. - Ya es hora de que te folle como la cerda que eres. Llevabas 15 minutos restregándote contra mi polla y este es tu premio. Volví a azotarla y otro “¡mmmh!”, salió de su boca mientras se mordía el labio. La ...
... penetré del todo y gimió cuando se la metí entera. Empecé a bombear con buen ritmo. El sonido que se oía en el almacén era carne contra carne. Un sonido crudo que no necesitaba ser aclarado. Un sonido que cuando le prestas atención te excita todavía más. Agarré sus enormes tetas cuando pensé que se iba a correr y se las apreté. + Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah… Un orgasmo largo y ahogado que le fui alargando con embestidas profundas y lentas mientras le pellizcaba los pezones. + Sigue… Sigue... No paraba de tener orgasmos entre cortados. En ese momento sonó la puerta y nos quedamos petrificados. Oí pisadas y el sonido de una caja llena de botellas siendo levantada. = Lucas, no tardéis mucho más. Se nos empiezan a acabar las cervezas y esta vez he convencido al jefe de que venía yo, pero igual la siguiente viene él. - Gracias Juan, ahora voy. Se cerró la puerta. Nos habíamos quedado quietos con la polla dentro de ella. Volví a embestirla lentamente sin soltarle las tetas. Cerró los ojos lentamente con la boca entre abierta. + ¿Te queda mucho? - No, nena. + No me digas eso… (Todo esto mientras el bombeo era profundo y lento, y recorría su vientre y sus enormes tetas con mis manos) - ¿Por qué? + Porque me gusta y me pone mucho… - ¿Te gusta cómo te follo, nena? + Uf… Sí… Calla, cabrón… - Me pones muchísimo, nena. + Calla… Empecé otra vez a embestir con más violencia. Tras otro orgasmo suyo y noté que me iba a correr y no iba a ...